Esperó afuera de mi oficina unos quince minutos antes de abrir la puerta. Molesta, me pidió que le cumpliera un deseo. Era su jefe, nada más. "Quiero volver a sentir...". Cerré la puerta y deseé que ojalá un día se vuelva realidad eso. Yo tampoco he sentido como los años me pasan por encima ultimamente.
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