viernes, 29 de agosto de 2008

Scared

Justo delante de mí, tomas el lugar de siempre.
Siempre tan altivo, siempre tan perfecto.
Una muralla es lo que necesitamos.
Necesitamos palabras, necesitamos sonrisas.
La vida pasa, se nos esfuma, y aquí estamos.
Estamos viéndonos de reojo, estamos pensando en lo que pensará el otro.
Intento no voltear a verte cuando los demás hablan de AMOR
Amor que no llegará, amor que tú no sientes.
Anda, di que me odias.
Que odias mis miradas, que odias mi sonrisa.
Nada puedo reclamarte, por que… nunca nada sentiste.

miércoles, 27 de agosto de 2008

A una galleta que estoy por comer

Tan porosa como avenida llena de tránsito.
¡Sabrosa!, hermoso crujir de metro avanzando.

¡Galleta que engaña el hambre hacia casa!

¡Llegamos, llegamos,
por fin... nos vamos!

¡Caray!

¡El mismo sueño! (...)
y...
mis ojos se abren
subo más...
Me caigo al cielo:

y las estrellas se desangran.
me hago ligera como pluma
poco a poco se acaba el aire,
Me caigo al cielo:

los otros que miran.
el alma frenética (famélica)
mi grito desaforado;
Me caigo al cielo:

El semáforo en verde...
en los cristales veloces.
la mirada fija
Me caigo al cielo,

La verdadera y triste historia de mi lágrima izquierda

Déjame que te cuente la historia de mi lágrima:

Venía de lo más profundo del corazón, había ya caminado un largo sendero de alegrías y tormentos. Pasó por los puentes más delicados y fue capaz de traspasar los muros más anchos y pesados. Era pues, la lágrima más valiente que pude haber creado.

Llegó el día en que paseando por la fosa nasal asomo su carita escurrida y viéndome en el espejo sintió que era su momento de salir. Mi cara estaba tan agrietada de dolor que ella sacrifico sus recorridos por salir. Y entonces, presurosa se acerco al lagrimal del ojo izquierdo – cierro los ojos, pues así pienso que estas aquí- y salió, con la paciencia de los besos enamorados, salio cual espuma que llega a la arenal orilla… Recorrió los regordetes pedazos de cara mía, curveando la nariz, deslizándose bonachonamente por los labios batientes – sabe a ti- .

Amor… ya te dí mi más bella lágrima
¿Qué más?

lunes, 25 de agosto de 2008

Hear you now.

(Para las dos Sandras que conocí. Una adolescente y tan inteligente. Y la otra que no sobrevivirá mucho en el lugar donde ahora se encuentra. Y esto también es para las chicas pueblerinas que cada domingo asisten a la Alameda Central, a Chapultepec, para divertirse).




Se ha vestido con falda corta y verde. Lleva una pequeña bolsa del mismo color donde esconde maquillaje, toallas femeninas, el celular, una billetera (con la virgen de Guadalupe en el frontispicio), un pequeño mapa de la Ciudad, llaves, un diccionario inglés-español, una foto donde aparece la mayor parte de su familia, pañuelos deshechables, chicles de menta, un condón...
Sandra Gütierrez se ha arreglado como se lo recomendaron en una revista para jovencitas ("quince a veinte", "you", "sebentin", "putitas cool") y me encuentro hermosa. No quiero pasar desapercibida. Necesito atención. Alguien que esté ahí cuando me sienta triste, alguien que comparta mis alegrías. He salido a la calle con el pretexto de tomar un café en la colonia Roma. Lo que de verdad hago aquí , al aire libre, es soñar con otro nacimiento, tener un cuerpo bonito, otra cara, otro color de piel.
Pero Sandra Gütierrez no ha tomado un taxi o un microbús para llegar aquí, ha usado el Metro, bajando en la estación Chapultepec. Al salir de ella un hombre gordo, moreno, pelón, con una playera del equipo de fútbol América, la ha mirado con una extraña mueca que puede significar esto: a) Lujuria. b)Desprecio. c) Burla. d)Sorpresa. e) Una enfermedad facial.
El desorden existente a las afueras de aquella estación del Metro (vehículos, puestos de piratería, de comida, de revistas, gente misteriosa que mendiga pan o roba carteras...) ha hecho que mis pies caminen rápidamente. Sé que es un acto de cobardía huir de los problemas, pero ¿qué puedo hacer yo?... ¡Yo tengo mis propios problemas!
En el café (con "Hear you now" de DJ Holligan oyéndose de fondo) Sandra Gütierrez espera que ese chico alto, güero, con el cabello corto peinado como picos, con un aspecto delicado, refinado, que está sentado dos mesas adelante, repare en ella y comience a coquetearle. Y sino es él, que sea su acompañante: un chico del mismo aspecto, pero con el pelo peinado hacia atrás.
Ni ellos ni los restantes (jóvenes fuertes, elocuentes, prometedores) voltean a verla. Ella experimenta un temblor en las manos, en el pecho y con melancolía bebe un café expreso. Mira hacia allá, la impotencia doblega su cuerpo, la envidia casi la asfixia; mira lo que casi todos los hombres en esté lugar también miran. En una esquina se encuentra un trío de chicas de 23 años, tersas, blancas, núbiles; el perfume embriagante se desprende de sus bocas, de sus cabellos y de sus sexos. Sabiendo que las miran desdeñan tal información.
Regreso a casa. ...La vida puede ser una carga tan pesada... puedo tener un promedio excelente en la escuela, pero ¿para qué me sirve eso? Mis relaciones sociales son casi nulas. A excepción de Roxana, no tengo amigas. Quiero convivir con gente que pueda... ¿Qué clase de gente me permitirá la entrada a su círculo?
He descubierto que mi hermana se prostituye en el trabajo, quizá hasta con el anciano de su jefe. Ahora es fácil explicar el porque de las constantes idas de compras a diferentes centros comerciales de la Ciudad. La ropa que llevo puesta, mi bolsa, mi celular... ¡¿Será posible?!... provienen de... ¡Dios sabe que cochinadas!
Las calles están limpias. Me gustaría vivir aquí, en la colonia Roma o en la colonia Condesa; alejada de mi hermana y de su amiga, que también debe ser una perdida. Pertenecer a un grupo de personas con modales, con futuro; que estén ahí para ayudarte cuando más lo necesites y crean que la violencia nunca es una solución a los problemas. Estoy harta del departamentucho en donde vivo. No quisiera volver a ver a señoras con tubos en la cabeza o mandiles eternamente puestos en sus cuerpos. Ni ver otra vez a personas en el suelo pidiendo dinero. Quisiera respirar otros aires. Ser independiente porque he comenzado a mirarme en el espejo y he descubierto que mi adolescencia se está evaporando: Pronto seré una Mujer. ...Pero no sé si quiera serlo.
Sandra Gütierrez toma un taxi en la avenida Mazatlan. Por la ventanilla ve y se despide de un paraíso en medio de la Ciudad. Piensa en el día de mañana: las clases, los compañeros de grupo (Roxana, Jorge, Tania, Rodrigo, Alfredo...), las horas vueltas promesas que se quiebran con el cero. Regresa a casa para: a) Conversar con su hermana y la amiga de ésta. b) Terminar una tarea escolar. c) Dormir. d) Ver televisión. e) Leer el libro del anarquista.
Reintegrada al concreto afilado, desorientada y deprimida, Sandra escucha su interior: Un solo de piano le hace ganar años y las injurias de gente sin rostro corren por sus mejillas, apabullando implacablemente su vida. Y en la madrugada, enclaustrada, intentará suicidarse por tercera vez.

AUSENCIA

Sin cesar recorro con mis ojos los cielos, por si viere la estrella que tú estás contemplando.
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Pregunto a los viajeros de todos las tierras, por si encontrara alguno que hubiese aspirado tu fragancia.
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Cuando los vientos soplan, hago que me den en el rostro, por si la brisa me trajese tus nuevas.
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Voy errante por los caminos, sin meta ni rumbo: tal vez una canción me recuerde tu nombre.
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Miro furtivamente, sin necesidad, a cuantos me encuentro, por si atisbara un rasgo de tu hermosura.

DE ABU BARK AL-TURTUSI (1059-1122)
POEMAS ARÁBIGOANDALUCES

martes, 19 de agosto de 2008

Mi poder y mi debilidad (segunda de dos partes).

A un tiempo descubro mi poder y mi debilidad. Asomándome a cualquier espejo una ráfaga me devuelve la mirada... necesito huir del miedo. Tan frágil luzco. La armonía de mi cuerpo es una mentira, mis sentimientos viven dentro de un caos. Recordar... Hace unos años le recriminaba a mis padres el hecho de ser hija única. Me hubiese gustado tener un hermanito. Pero supongo que si lo hubiera tenido, ahora diría: ¿y si hubiese sido hija única? Que contradictorios pueden ser los jóvenes. He conocido a ciertas personas que rechazan lo que tienen, por muy bueno que sea. Siempre quieren algo distinto, sea cual sea su posición. Mas bien: quieren algo que pueda hacerlos sobresalir, lo que muchos llaman "ser diferente". Pero ¿qué es la diferencia? ¿alguien puede ser diferente en este momento de la historia de la humanidad cuando ya todo se ha hecho, se ha pensado, se ha imaginado? ¿sólo los primeros humanos fueron diferentes y los restantes son una repetición? ¿habrá algo nuevo que decir?

- ...Te noto distante, amor... ¿qué tienes?... ¿qué piensas? Tania, hablame... si tienes algo que decirme, dilo... ¡Tania!, nuestra relación se basa en la comunicación. Necesito...

Ha habido tardes que subo a mi auto y manejo sin una dirección clara. Termino siempre estacionada frente a un parque. De pronto bajo del auto, me adentro. Me siento en una banca y observo con nostalgia a los niños. ...Algún día me llamarán Madre. Creer que albergaré a otro ser dentro de mí durante nueve meses es fascinante. ¿Hasta dónde me llevará esa nueva existencia, a la que amaré sin concesiones? ¿Hasta dónde llegaré?
A veces, cuando nadie me ve, me siento en un columpio. Me impulso, me dejo llevar. Más alto, más fuerte cada vez. Recuerdo a mi padre empujándome, mis risas, mis miedos; saberme protegida, saber que algún día me volveré una Mujer. ¡¿Seré lo suficientemente fuerte cuando llegue el momento?!
...Ahogo un grito. Quisiera gritar, que mi voz se escuchara en todos los recovecos de la Ciudad. Presumir una libertad que no tengo... aún.
El hombre que está a mi lado habla una y otra vez, hace preguntas, utiliza matices varios para que voltee y lo bese. No quiero tocarlo. He olvidado como se llama, nunca lo conocí desnudo, pero cualquiera puede ver sus debilidades: el egoísmo es una de ellas; lo predecible que es, su falta de audacia, su necesidad de poseer lo que desconocidos le han dicho que tener... Él quiere casarse conmigo, yo quiero estudiar en la universidad. Lo que él busca, yo no. Nos hemos equivocado.
Entonces volteo, lo miro y ahora sólo es eso, lo que será toda su vida: un hombre.

Tania Ericka Medina detiene su auto frente al parque España. Su novio la mira desconcertado, advierte que el cielo está por romperse. Y ella, lucida e irreprensible, admite:
- Tengo algo que decirte...

lunes, 18 de agosto de 2008

Mi poder y mi debilidad (Primera de dos partes).

(Para Tania Ericka Medina Roldán, porque un día volveremos a encontrarnos, pero tú ya no me reconocerás.)



Tania Ericka Medina y su novio, un hombre desconocido...

- ...Entonces Alberto agarró Reforma. Y al pasar por la Diana Cazadora le dije que se detuviera.Nina me apoyó y a regañadientes el pinche Alberto se paró y... ¿Has visto una película donde varios güeyes que andan de farra le ponen ropa a la Diana Cazadora?... eso es lo que les propuse y creo...

Pienso en mi niñez. Tenía vestidos color rosa, moños, cintas en el pelo... En un cumpleaños me regalaron un cachorrito, lo llamé Popis. En los cuatro meses que estuve con él lo llevaba a donde sea, a la casa de mis abuelos, con mis primas, al parque, a la iglesia; si me lo hubiesen permitido Popis y yo hubiéramos compartido la misma banca en la escuela. Dormía junto a él, mi memoria se llenaba de su existencia. Era mi esperanza, lo que acariciaba mis días, me empujaba hacia el paisaje citadino con ilusiones: Todo podía ser mejor. ...Pero un día tocaron el timbre. Corrí, Popis tras de mí. Le abrí la puerta a un testigo de Jehová... pero abrí demasiado. Popis escapó entre mis piernas, lo vi alejarse, fascinado por su independencia. ...Se separó de mí... Corrió, corrió, una silueta café desapareciendo. Al llegar a la esquina, al cruce, se volvió la obsesión de mil noches. Un camión refresquero aplastó mi sueño. Traumó mis 9 años para siempre...

-...Entiendo su posición. Muchos políticos nos han traicionado, pero... debe ser optimista, siempre hay alguien distinto. La excepción hace la regla, ya sabes. Debería salir y votar el domingo... es necesario para la democracia...

En el auto, manejando, las fachadas de las tiendas se derrumban. Las aceras caen; los postes de luz, los topes, semáforos, cables de t.v., de teléfono, las banquetas, las paradas de autobús explotan, implotan, son empujadas por el viento como si fuesen castillos hechos de barajas. El camino está desierto... Estoy harta de que me tilden de niña consentida y estúpida. Tengo un mejor pasado, es obvio y lo acepto. Mi futuro luce rutilante, no es necesaria una maquina del tiempo para saberlo. ¿Por qué la envidia? Todas las personas que conozco y que han tenido una vida dura: ¿por qué me llaman banal, hueca, putita de lujo, a mis espaldas? Estoy harta de su cobardía, creen que no me entero, que soy tan tonta para descubrirlo. ¿Acaso se sienten inferiores a mí? ¿es eso? ¿no soportan que alguien haya dormido gran parte de su juventud con una cobija, en una cama y con seguridad?... En la escuela me siento sola. De pronto hablo con chicos de otros grupos. De pronto me gusta como me tratan... pero sólo es pasajero, vuelvo a la soledad de mis 19 años. ...Algunos de mis compañeros de grupo me agradan. Incluso podría llamarlos amigos... pero, no sé como explicarme, y algo que...

-...Anoche estaba pensando en la vez aquella cuando fuimos a la playa con tu familia. No la vez de Acapulco, sino a Ixtapa. ¿Te acuerdas que a tu sobrinito le compré varias bolsas de papas para que permaneciera en paz todo el camino? Incluso no se comió todas, las restantes las guardé en la cajuela... Bueno, estaba pensando que aquella vez... ¡La playa! ¡El mar! ¡Todo estuvo genial!... Me gustaría repetirlo, pero... Tú y yo solos. Imagina cenar tirados en la playa. El mar frente a nosotros... podríamos hacer una fogata.

domingo, 17 de agosto de 2008

DÍAS DE JUVENTUD.

La literatura es una ciencia porque tiene un método de estudio, método que cambia constantemente (tanto para el que escribe como para el que analiza).
La literatura implica una técnica, que conduce a un estilo (que es particular).
La literatura es un arte (¡todo arte es inútil!), es algo inalcanzable para los impacientes, para los que sólo tienen dos ojos y no los tantos que tenía Argos.
El escudo y la espada de la literatura es el lenguaje.
La lengua es sagrada.
El poeta es el guardián del lenguaje.
Un literato debe leer mucho, escribir mucho, conocer tanto (desde bajezas inombrables hasta los ojos de una Mujer); debe, sin concesiones, dar la vida por su obra (ya sea que sólo tenga un libro o un par de poemas escritos).
La literatura produce locos, inútiles, soberbios y solitarios. Y cada cierto tiempo - sobre todo quien no lo espera - un ser inmortal.
La literatura morirá sólo cuando los hombres ya no quieran perder el tiempo.
...La literatura para mí, el chico de los ojos misteriosos, el extraño de la noche, el guapo de mierda, es una camisa de fuerza y un ramo de rosas.
Un ramo de rosas porque con él puedo demostrar sentimientos, decir cosas que en persona me cuesta mucho decir.
Una camisa de fuerza porque: basándome en el perfil que los expertos han establecido y las tantas biografías de asesinos seriales que he leído, yo sería uno de ellos; ya hubiese, estuviera o estaría por golpear, violar, ultrajar, incinerar, desmembrar... a algunos o varios hombres (nunca a una Mujer, la Mujer es el pináculo de la creación) sino fuera por la literatura. Escribiendo (o entrenando artes marciales en las madrugadas) es como apaciguo el rencor que anida en mi corazón.
Necesito expresarme, agradecerle a las personas que me han brindado esperanza y han vedado mis instintos asesinos. "Días de juventud" nace por ello, para no olvidar a los amigos que alguna vez tuve y, por mis decisiones, ahora estoy lejos de ellos. "Días de juventud" es un conjunto de relatos que buscan describir la esencia, la problemática, la alegría y el dolor de algunos adolescentes que conocí. Historias con el 80% de veracidad y que de pronto se entrelazan: la Amistad es uno de los temas que más me importan en la literatura.

viernes, 15 de agosto de 2008

Francia no le escribe a los frijoles

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La prisa, pero no me quedo con las ganas y ya te lo dije todo.
Ahora, a dormir con la múscia matemática

lunes, 11 de agosto de 2008

La eternidad comienza con el verano.

Daba inicio el año escolar en la Universidad, en la Facultad de Filosofía y Letras, y yo sentía algo... algo extraño...
Nuevos personajes aparecieron, otras historias para ser leídas, otras voces para ser escuchadas, secretos en cada esquina y una amenaza: "Nunca serás tan joven como hoy en el mañana".
Rebelde como siempre, testarudo, me olvidé de la carrera en la que estaba inscrito (y que había escogido sólo para permanecer en Ciudad Universitaria) y decidí entrar como oyente a casi todas las clases de "Literatura Dramática y Teatro". Tal desición me traería más dolor, pero a la par una emoción en el pecho, un cosquilleo en mis pies, en mis genitales, en mi garganta... también conocido como AMOR.
...Ella...
La eternidad comienza con el verano. La eternidad comienza con Ella. Un verano me la trajo y quizá un verano también se la lleve. O más bien: un verano me llevará lejos, ¡lejos!, hasta que no quede de mí más que algunos de mis cuadernos, éste y sus memorias tan tristes y violentas.
...Yo no quería voltear hacia Ella. Al descubrirla sentí algo... ¡algo extraño!... pero permanecí indiferente.
Una ola de chicas nuevas cayó a mi playa. Intenso y atrevido, les coqueteé a desmedida, recibí algunas miradas cargadas de sexualidad y estuve a punto de avalanzarme hacia un par de ellas, pero mi conciencia me detuvo. Aquellas nuevas féminas, en la violenta historia de mi vida, al poco tiempo resultaron ser globos que buscan llegar al espacio: bellezas fugaces, inútiles, que vivirán sin poder ser libres jamás.
Ella era diferente. ...Estrictamente todos somos diferentes. Estrictamente al formar parte de una sociedad los miembros tienen algunos o varios rasgos semejantes, es inevitable. Sin embargo había algo distinto en la figura de Ella, en el color de sus ojos. Gastaría un año y un libro de mil paginas para explicarlo mejor y aún así sería confuso. Fútilmente resumiré que lo dísimil entre Ella y las otras chicas (¡las toneladas de chicas allá afuera!) era la esperanza que transmitía su mirada... el futuro cierto en cada uno de sus pasos... la promesa que representaba para el mundo entero...
...Pero a pesar que supe esto desde el primer momento, yo no quería voltear hacia su persona. Le inventé defectos que Ella destruyó con facilidad a los pocos días. "Es tonta", "es frágil", "es consentida", "es una rosa más en el rosal", me dije cada vez que aquello extraño en mi pecho me producía vértigo. Hasta que mi actitud para con Ella cambió una tarde de septiembre...
La clase de actuación estaba por comenzar y esperábamos al maestro. Afuera del salón, sentado en el piso, recargado en la pared, yo palpaba mis muslos y sonreía al considerarlos (junto a mi mano izquierda) como la parte más bella de mi cuerpo. Perdido en la soberbia, señero y necio, de pronto la fatalidad me hizo voltear hacia la derecha. Tres personas hablaban sobre un tema que les producía seriedad un momento, alegría al siguiente. Una chica llamada Alejandra y un muchacho de nombre Alan brillaban con todo el poder de su juventud. Y Ella... Ella vestía un top de tirantes algo escotado y negro. Negra también la falda estilo gitano que llevaba puesta y que terminaba en picos y un poco más abajo de sus rodillas. Calzaba unas zapatillas tipo bailarina de ballet doradas y el brillo que emanaba revolucionó mi interior. Me sedujeron sus tobillos, sus pantorrillas, el comienzo de sus senos y sus hombros. No podía creer que alguien tuviera la piel inmaculada, que los pocos vellos de sus brazos fuesen tan hipnotizantes como el oro. Observé el perfil de su rostro, sus componentes y la armonía resultante. Increíble su sonrisa, la caída de sus pestañas y el color de sus mejillas. Y repentinamente la Universidad se transformó. Ahora era un salón de baile; una noche, una fiesta. Ella se deslizaba de aquí a allá platicando con los invitados, saludaba y se divertía. Naturalmente hacia suya una celebración que le pertenecía a otra. Y yo era un mesero sin rostro, uno de aquellos jóvenes que viven en la periferia de la Ciudad y sirven mesas en Polanco, en Santa Fé, en la colonia Roma, para poder estar cerca de las chicas de clase alta y soñar con que una de ellas, en un momento trepidante, deje de mirarte como si fueses una roca...
...Mi ensoñación concluyó cuando de pronto mi amigo Ricardo Ruiz llegó, se sentó a mi lado y con voz suave me dijo:
- El mundo cambia cuando dos se miran y se reconocen.
...Yo no quería voltear hacia Ella, pero desde aquella tarde no puedo dejar de mirarla. La miró en cada mujer, en cada cuarto deshabitado y en los silencios.
...Y en cada uno de los cielos de mi juventud.

sábado, 9 de agosto de 2008

El extraño de la noche.

(Para el muchach Daniel Toledo, amigo de Robert Redford y de Robert De Niro. Quien, en la noche que leí esto, extrañamente se encontraba callado, quizá enojado o melancolico. Sin embargo más tarde, poco antes de despedirnos, su característico desparpajo volvió con nuevos bríos para, al menos en mí, iluminar el díficil regreso a casa).
(Esto fue una tarea para una clase en la que no estaba inscrito, que leí para la maestra y los cuantos compañeros de grupo que poco a poco dejaré de ver, y por supuesto no tuve calificación. La mejor calificación fue que a un juglar llamado Daniel Toledo le gustó y también a una chica llamada Fabiola).


Felipe Maldonado es un tipo duro.
Lo conocí hace un año en el centro de la Ciudad de México. En es atardecer nublado yo me dirigía hacia la calle Justo Sierra para robar libros en las librerías de viejo. Viajaba en el metro. De pie y recargado en la puerta contraria a la entrada, yo resisitía el viaje leyendo un libro llamado "American Psicho" del autor norteamericano Bret Easton Ellis. Entonces una voz ronca con matices seductores susurró: "Ese libro produjo un sismo en mi vida". Subí la mirada y me encontré con un Hombre joven, blanco, de cuerpo atletico, quizá 1.72 cm de estatura. Vestía zapatillas deportivas negras, pantalón de mezclilla azul cielo y una playera negra de cuello de tortuga. Tenía el cabello oscuro, corto, peinado hacia atrás. No recuerdo que contesté. Recuerdo que iniciamos una platica amistosa sobre el libro en cuestión. Y mientras transcurrían los segundos noté cierta distancia, cierta fiereza en su figura que comencé a desconfiar de él.
Sin embargo, quizá por algo que dije, él sonrió. Y fue como si el clima cambiara; surgió un hoyuelo en cada una de sus mejillas y gracias a ello distinguí el esqueleto de una ternura, de una delicadeza, que alguien, algo la asesinó. Le dije mi nombre y le pregunté el suyo. Creo que me mintió al contestarme.
...Sus ojos...
No lo recordaría ahora sino fuera por sus ojos. Sus ojos eran medianos, cafés, de un brillo sin parangón. Si los hubiese mirado mucho tiempo una profundidad insondable me hubiese devorado. Dentro de su mirada planetas se colapsaban entre sí y estrellas nacían y se apagaban con una celeridad hipnotizante. Su mirada era definitiva. Reflejaba el dolor, la soledad, el rencor que experimenta una persona cuando ha perdido todo o lo que le era más importante ahora está roto y se encuentra esparcido en el horizonte...
En la estación previa a nuestra bajada tres chicas guapas accedieron al vagón. Antes de desplazarse hacia el fondo miraron en nuestra dirección, lo miraron a él. Él las ignoró. Yo sólo pude suspirar y morderme los labios. Ante mi gesto Felipe se animó a revelar:
- Alguna vez conocí a una Mujer. La criatura más bella que pude conocer. El ideal más noble... - mientras hablaba su mirada, antes dura, se ablandó hasta volverse nubes estivales. Felipe Maldonado prosiguió: - La amó... pero Ella no sabe que existo. Ahora Ella está lejos y yo...
Se detuvo. Pareció arrepentido por haber dicho eso. Sus ojos volvieron a albergar hoyos negros y su gesto regresó al distanciamiento de hace unos segundos. En la estación Zócalo salimos apresurados. La marejada de personas me confundió un poco, voltee para preguntarle hacia donde se dirigiría, pero él había desaparecido...

Final alternativo 1 (el que inventé para la gente):
Quizá algún día doblaré una esquina y su mirada nuevamente atravezará mi presente.

Final alternativo 2 (el que inventé para mí):
Con ansia miré hacia todas direcciones. ¿Dónde se metió alguien con el que me había identificado? Tal vez nunca salió del vagón... Miré a través de la ventana justo cuando el tren comenzó a avanzar. Y sí, él estaba allí. Pero no dentro; afuera, en mí. Antes que el vehículo se perdiera en una oscuridad trascedente, los vidrios me dieron un reflejo. Y con extraña fascinación y una gran fatalidad supe que aquel Hombre - un tipo duro - sería yo dentro de un año, dentro de dos.

Final alternativo 3:
Esa tarde en el centro de la Ciudad confirmé una de mis teorías: Para el robo hormiga uno debe mostrar confianza, seguridad en los movimientos y en la mirada. Mirar de frente y no esconderse. Saludar a quien este en la entrada (el policia, un empleado) y al robar hacerlo rápido (la demora levanta sospechas). Es opcional hacerle preguntas a los empleados por tal o cual producto (mostrarse jovial y amigable) o comprar algo de valor nimio (para despistar) o llevar en la bolsa un poco más del importe (los precios aumentan repentinamente) del objeto que se piensa robar (así, si te atrapan, pagas la porqueria y te vas), etc...
En una librería de viejo donde la mayoría de los libros usados son más caros que sus respectivos nuevos, robé "Menos que cero" de Bret Easton Ellis, "La náusea" de Jean Paul Sartre y - sólo para burlarme de la gente - la Biblia. Una biblia de bolsillo que lancé a la mitad de la calle diez pasos después de haber salido de aquel establecimiento.

viernes, 8 de agosto de 2008

Ataque de un gato sin garras ni colmillos

Para aquellos que por tener un corta uñas y una lima piensan que pueden acabar con nosotros:
-No puedo dejar de quererte porque yo nunca te he querido-

miércoles, 6 de agosto de 2008

Canción para el navegante

Y luego, ¿qué hago?
cuando la lluvia se haga oceano,
¿que hago?

Mi oceano interno levanta olas
tan grandes que deshacen los sueños
Usted sabe como lo amo
no diga a donde va
disfrute del viaje
a traves de este oceano

Por favor, siga adelante
sueñe todo lo que deba
Porque de verdad
estas lagrimas se vuelven oceano
si usted no esta,
es un interminable oceano

No mienta, no me mienta
solo navegue,
solo navegue,
solo navegue...

En este oceano
tan suyo, tan mio
tan de la tierra misma

Por favor, no me mienta
siga adelante,
tararee la canción linda
arrullece por la mar

Por favor, no intente renunciar
no en este oceano
no en la tormenta más grande
no a este amor.

Usted esta en mi oceano
usted lo ha hecho aproposito
Usted me enamoro,
y me hizo agua inquieta

Por favor, no intente renunciar
no en este oceano
no en la tormenta más grande
no a este amor.

viernes, 1 de agosto de 2008

Para tu seguridad

Me vuelo, ¡mira que alto voy!,
discúlpame si mi ala esta rota.
Pero mira que alto voy,
perdón si te dejo seguro en la orilla.
Pero mira que alto voy…
tan alto, tan alto, tan cerca de…

¡Punk! Choque…
¿Por qué no me detuviste?

Bueno, ahora vas tú,
¿Lo quieres intentar?