miércoles, 31 de diciembre de 2008

La velocidad de la noche 2.

Cada año leo poco más de cien libros (y esto también lo digo para presumir). He conocido otras épocas, he visto tantas personas y tantos países, he descubierto costumbres tan distintas a las mías. He experimentado un sinfín de sensaciones, he derramado sangre, he besado a mujeres inolvidables. He combatido en guerras, he viajado a otros planetas, me he plantado frente a seres extranormales... Y a pesar de todo ello hay algo que me falta vivir.
Después de tantos libros puedo decir que Stephen King me ha matado mil veces, Julio Verne me ha dicho que lo que un hombre imagina otro puedo hacerlo realidad y Marcel Proust me ha enseñado que lo más importante en la vida es el dolor. Máximo Gorki me ha hecho pensar que no importa cuan pequeño sea, puedo marcar la diferencia; Rosario Castellanos me ha hecho desear a las mujeres indómitas y William Golding me ha hecho deducir que el mundo destruye a quien es inocente. Irving Welsh me ha presentado al Desenfreno, Homero a la Belleza y Carmen Laforet a la Nostalgia... Y a pesar de todo ello hay algo que aún no conozco.
El librero grande y café de la casa de mi madre está por llenarse y al ver tantos libros señaló algunos trepidantes: "A sangre fría", "Trópico de capricornio"y "1984". Recomendaría sin dudar:
"Pimp. Memorias de un chulo." de Iceberg Slim, "Gabriela, clavo y canela" de Jorge Amado y "Crónicas marcianas" de Ray Bradbury. "Y retiemble en sus centros la tierra" de Gonzalo Celorio
me ha dado más razones para caminar por el centro histórico de la Ciudad, "El cantar de los nibelungos" me ha dado muchos más bríos para entrenar mis artes marciales e "Historia de dos ciudades" de Charles Dickens me ha hecho decidir esto: Algún día daré la vida por alguien... Y a pesar de todo ello hay algo que falta, algo que no me apacigua, algo que necesito experimentar...
He leído muchos textos, pero aún no el libro que cambie mi vida de forma radical... Y es por eso, entre otras cosas, que escribo un libro llamado "La velocidad de la noche".
Resumiré diciendo que yo, el solitario combatiente, el chico de los ojos misteriosos, escribo el libro que siempre quise leer.



El texto a continuación publicado es parte de los penúltimos capítulos de mi novela llamada "La velocidad de la noche". En tal capitulo dos de los tres protagonistas (Renzo Soberanes y Nicoletta Abiacef) sufren un problema en la fiesta de fin de año a la que asistieron (y que sucede en una colonia aledaña a avenida Paseo de la Reforma). Y deciden regresar al departamento donde viven justo cuando faltan algunos minutos para año nuevo.
Tal capitulo, el 39, es demasiado largo. Publicó una de la divisiones que tiene, la que escribí hace un par de meses y al hacerlo pensé mucho en una chica llamada Elena De la cruz Abrín.

Un ejercito de fuegos artificiales.

Alguna vez, en algún instante del tiempo, una muchacha con el cuerpo hecho de sueños y un joven con la fatalidad en los ojos, caminaron en busca de la trascendencia.
Ella, la noche en su vestido, miró la distancia y pensó en el mañana. Él, su corazón de pronto colérico, de pronto afligido, miró el perfil de su acompañante y deseó que el presente no se diluyera como el agua. La avenida - amplia, limpia, rutilante - se extendió callada y fría. El viento agitó el cabello de los árboles y limpió de basura el suelo que alguna vez pisó un emperador a caballo. Las sombras de semáforos, señalizaciones y edificios tiritaron gracias al frío de diciembre:
¡El año moriría esa noche!
Ella, su cuerpo hecho de sueños, cruzó sus brazos, aceleró el paso y mordió sus labios defendiéndose del viento. Pero aún así su pecho tembló. Y no sólo tembló por culpa del vehículo de la noche: el chico al que se había confiado, de repente, se había puesto la máscara de la infidelidad.
Él, semejante a una nube por su belleza y finura, pero también capaz de esconder rayos y desencadenar diluvios, se quitó la chamarra y se la acercó diciéndole:
- Pontela. Hace mucho frío.
Ella se negó de inmediato.
- Estoy bien así... - en su voz el cansancio pidió una cama.
- Te puedes enfermar.
- ¡Y eso a ti que te importa ! - al instante Ella se arrepintió de haber dicho eso.
Él, grácil por fuera, tan vehemente por dentro, dejó caer el brazo y la chamarra se arrastró. Se arrastraron también sus ojos: había mancillado la confianza que Ella sólo creó para Él. "¿Por qué la autodestrucción es de lo mejor que hacen los humanos?" se preguntó justo cuando ambos pasaron a lado de una fuente que sostenía a Diana, la Diosa de la caza, y que con su arco apuntaba hacia el cielo de la inmortalidad.
"¿Por qué las mujeres se enamoran de hombres que las hacen sufrir?" pensó Ella y la tristeza apretó sus ojos hasta que un par de lágrimas danzaron por sus mejillas.
De pronto, como en un ensueño, magnificando aún más la avenida más hermosa de una Ciudad trepidante, ¡Avenida Reforma!, hubo un terremoto en el cielo. Muerto un año, el otro llegó acompañado de un ejercito de luces. Los fuegos artificiales vivificaron la mirada de Ella. Lentamente tomó la chamarra y antes que se la pusiera él reaccionó.
- Perdoname por todo.- susurró y se detuvo frente a Ella, le acomodó la chamarra al cuerpo y después ambos continuaron caminando en silencio.
...Alguna vez, en algún instante del tiempo, atravesando una Ciudad trepidante, una muchacha con el cuerpo hecho de sueños, y un joven con la fatalidad en los ojos; caminaron en busca de la trascendencia y el perdón. Y arriba, en el cielo de la inmortalidad, un concierto de fuegos artificiales anunció esto:

Todo puede cambiar para siempre.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Pariendo fantasias.

Teníamos dinero. A Eduardo Marín alias "El borracho", aunque se portaba como todo un adolescente - irresponsable, impulsivo, influenciable - sus padres, divorciados, le daban mucha pasta sin preocuparse demasiado en que lo gastaba. Mi tía me daba dinero, además que yo robaba; por lo que ese sábado teníamos billetes en los bolsillos y el mundo para nosotros.
Hicimos algunas estupideces antes de entrar a esa cafetería. Lloviznaba y era el crepúsculo en la Ciudad. Estábamos cerca de la estación del metro Chapultepec. Buscamos un lugar en la sección para no fumadores y nos sentamos. Pedimos limonada y alguna mierda demasiado grasosa para comer. Eramos los únicos en el local. Los empleados lavaban los pisos, los trastes y los baños. Había una mesera guapa que platicaba con otro empleado. Me fije en ella, pero no para empezar a coquetearle. Mientras Eduardo decía alguna idiotez relacionada con su limonada, yo reflexioné: Aquella mesera tenía algunos años más que nosotros y trabajaba para... a)Mantener a su familia. b)Tenía un hijo recién nacido, pero no un esposo. c)Costear sus estudios. d)Pensaba escribir un libro sobre relatos que sucedían en cafeterías. Y luego me comparé con ella: Yo era un niño bonito que adquiría dinero de forma criminal, me mantenían y en la casa de mis tíos, donde en ese entonces vivía, no había problemas financieros. ...La mesera reanudo su trabajo - trapeaba el piso - y yo comencé a reírme de las bromas de Eduardo.
Eduardo marín es extrovertido y simpático. Es moreno, un poco alto, delgado, con nariz aguileña, le gusta llevar el cabello largo, es algo guapo y es poeta. Cerca de la cafetería, en la colonia Condesa (¿o era en la Roma?) vive su amor platónico: Ericka Canseco, que es bailarina de danza contemporánea. Muchas noches Eduardo se emborrachó por ella; en ocasiones fue al departamento donde ella vivía, pero antes de tocar la puerta padecía un miedo tremendo y mejor se iba.
Esa tarde también hablamos de Elizabeth Berenice Pérez, la que fue mi princesa. Ésta y aquella eran nuestras ilusiones y nuestros problemas, ambas marcaron nuestras adolescencias de una manera definitiva. Nos presentaron - con sus coqueterías y alejamientos - al desencanto y a la tortura. Y al menos a mí, Elizabeth me hizo saber que yo no era un buen chico, que soy un tipo muy raro y nunca valdré nada hasta que tenga mucho dinero.
Mientras nuestros amores de primero de preparatoria eran dibujados en el aire, arribó a la cafetería una pareja de mujer y hombre maduros. No recuerdo al sujeto, recuerdo que la mujer tenia 40 años o algo así, era bajita de estatura, vestía pantalón de mezclilla ajustado y chamarra negra de cuero; su cabello era rubio artificial y sus senos eran grandes. La mujer era guapa y me gustó. Desde que la descubrí comencé a coquetearle. El hombre platicaba sin parar y ella se mostraba aburrida. Cuando me descubrió mirándola se emocionó. Y no porque yo sea hermoso sino, creo, porque debió parecerle fantástico que, a pesar de sus 40 años, un niñito estuviese coqueteándole. Cada vez que yo la veía ella me sonreía con malicia. Su pareja no se daba cuenta de ello, jamás volteó o le reclamó algo; él seguía en su platica interminable y nosotros, la mujer y el niñito, paríamos fantasías que no vivieron mucho tiempo.
- Tú con tus historias y yo con mis poemas, tú con Elizabeth y yo con Ericka... creo que por eso nos llevamos muy chido.- dijo Eduardo de pronto.
Yo terminé mi limonada e intenso, le propuse:
- ¿Que te parece si hoy no regresamos a casa?
- ¿Y donde nos quedaríamos? - preguntó él, extrañado.
- En la calle.
- ¡No mames!
- ¿No te atreves?... estará chido... Yo nunca me he quedado a dormir en la calle, hay que hacerlo hoy.
Salimos de la cafetería y nos cerramos las chamarras. El frío, la noche y la Ciudad de México nos exitaron.
- ¿Tienes miedo? - le pregunte a uno de mis mejores amigos.
- ¿Y si nos asaltan? - él miró hacia todos lados.
- Sé kárate.- y me toque el abdomen y la dureza que comenzaba a presumir.
- Si tú me defiendes está bien.
...Pero terminaríamos durmiendo en el cuarto de mi amigo Eduardo Marín, en la casa de su padre.

martes, 23 de diciembre de 2008

Precaución

Maricela Punta de alfiler:

Chica rara en verdad, con ojos verde palma y nariz cucharón; "¿Quién la quiere a mi niña?" le decía la loca Juanita del piso 32; "¿Quién quiere a la prietita pechos de algodón?".

De camino a casa siempre bajo la falda un desarmador, para la necedad de los cerdos y el posible atracón. No se sabe si el de la esquina es pobre o saqueador, pero por si las dudas una que otra punta no deja de tener valor.

Punta... Punta... ¡Puta! ¿A dónde vas?

- A regalarme por un rato a su sacra majestad, para olvidarme de mis vicios y mi humanidad, para creerme santa: patrona activa de la sociedad.

Puta, puta, puta con alfiler... dame de tus ojitos una noche de placer, de tus precioso algodoncitos un hilo para tejerme una enorme bufanda de sueños en los que he de caer.

domingo, 21 de diciembre de 2008

El primer lucero de la noche.

Salí de la casa de mi madre sin avizarselo a nadie. Me dirigí a la casa de Diego Flores (alias "Palermo" o "Voz chiquita"). Hace casi un año que no lo veía y él no esperaba mi llegada. Nos alegramos. Estuve con él desde las 5:20 de la tarde hasta las 9 de la noche. Recordamos algunas aventuras que tuvimos en la preparatoria (donde nos conocimos), accedimos a la azotea de su casa y él subió una guitarra y tocó algunos clásicos del rock, pero sin cantarlos. Le dije que dentro de algunos días realizaría un examen muy importante, que he estudiado... estoy estudiando fuerte... pero algo me dice que no lo pasaré...
Él me dijo que ya tenía novia. Una chica llamada Alejandra, que tiene 15 años (él, creo, tiene 2i ó 22) y que por lo tanto se siente... incomodo. La diferencia de edades, aunque no es mucha, le pesa demasiado. No quiere faltarle al respeto. Sólo ha besado su boca. Aún no ha llegado a la caricia prohibida o al sexo nocturno. Pensé: "Él también tiene novia... casi todos mis amigos tienen novia... ¿Por qué habrá chicas que me coquetean? ¿por qué me llaman, pero no me reciben?... Me importa, pero poco... algún día brillaré como nunca nadie ha brillado, seré una supernova...".
Fuimos a un supermercado. Entramos para comprar papas fritas y refrescos. Mi chamarra azul apestaba a sudor en la parte de las axilas. No es que no me haya bañado, sino que esa prenda ya llevaba varias puestas y ninguna lavada. Así que nos dirigimos hacia la zona donde se encuentran los desodorantes. No iba a comprar ninguno. Los vi, los oli. Tome uno que no manchaba la ropa y me lo aplique en las axilas, pero sobre la chamarra. Cerca había algunos compradores y una empleada que acomodaba los productos. Diego me dijo que éstos me vieron con extrañeza. Si sus miradas me hubiesen importado me hubiera detenido. Cuando termine el acto olvidé el desodorante (en spray) en el estante. Dejamos aquel pasillo y Diego desaprobó lo que hice.
- ¿Por qué? - me preguntó.
- Porque nadie me lo impide brutalmente. Y si llevan ese desodorante a la caja y me lo cobran, se los pago... fin.
(Pero a nadie le importó... sólo a Diego y a mí, por eso es que ahora lo relato).
- No debes hacer eso.- Diego me dijo, pero no estaba decepcionado o enojado conmigo.
Caminábamos, pero lo encaré y le dije:
- ¡Vamos! ¡¿Donde quedó tu rebeldía, tu intensidad?!
Diego Flores me miró de una manera profunda, como si le estuviese diciendo algo muy importante. Y terminé:
- Eres demasiado joven para hablarme así. Si sigues al pie de la letra todas las normas y leyes de esta sociedad jamás serás libre.
Diego no dijo nada.
De regreso en su casa, cuando comíamos las papas y tomábamos los refrescos, sin querer hacerlo, tiré uno de los vasos hacia la mesa. El líquido naranja manchó el mantel blanco y al mirar aquello, como si fuese la fatalidad, me quedé sin palabras, desarmado y desnudo. Sólo pensaba en una chica que encontré en el transporte cuando me dirigía a la casa de Diego Flores. Yo estaba sentado atrás de ella y admiraba su cabello largo y castaño oscuro y el comienzo de su espalda inmaculada. Ella, cada breve lapso, volteaba hacia la derecha o hacia la izquierda, pero con el rabillo del ojo me miraba. Yo seguía su movimiento y ella regresaba su cabeza hacia el frente como si estuviese orgullosa de su belleza. Y estuve a punto de susurrarle:
Tú serás el primer lucero de la noche.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Carta

Ha acabado. Se queda vacía la sala, se vacía de aire y se vacía de alegría.
Me hubiera gustado tanto dormir contigo. DORMIR, la palabra en el estricto uso y norma,
sin eufemismos, no hay tiempo para esas cosas. 
No, no es idealizar.. tengo miedo.. las cosas tan frágiles,
el tiempo tan breve, no hay tiempo.. justo ahora que parecía que las batallas concluían,
justo ahora que el cielo se empezaba a despejar, el general Norringtownspeillenhaufen 
da la orden, alza un brazo y las ordas de nuevo al ataque, la zozobra.

¿Por qué será que los nombres absurdos siempre le quedan bien a los heroes de guerra?
En fin, la sala esta vacía, todos se fueron y hasta se llevaron.. ¡la zozobra! 
No, la verdad es que alguien dejó toda la que podía darme. 
La diferencia está entonces en que no la olvidó, realmente sino... si. 
La dejó por que yo le pedí que la dejara, casi a propósito.
¡Quería matarte a besos! 
Respiro, me detengo, veo el reloj.
No, ya no hay suficiente tiempo... las cosas no son tan sencillas,
por que si se va con una idea mía que no corresponde, cuando regrese,
estará en busca de otro, no de mí. Y como me gusta acerme el interesante..
Me concentro, hay que dejar un remanente que perdure,
no, una sonrisa no, no un abrazo no... pero si me siento apenado de abrazarla con todos..
no entiendo nada. Como en esos momentos cuando hablan entre ellos.
Yo salgo de algún modo.. 
entonces me doy cuenta de que la carrera apenas empieza, una diferente,
una carrera mejor.
No, no sirve de nada comparar.
Además, ya no queda tiempo.
Tiempo.
Me siento tan romántico hablando del tiempo.
Qui insatisfacción. Y como desprecio a los románticos que con sus ideales
me han hecho tan infelíz. No, no estoy en una época equivocada. No, 
no voy a negar más la realidad, ni la forzaré, ni la pondré a prueba.
Pero ya no sé... es como si necesitara un descanso que no me quiero dar..
esto es vertiginoso, cada vez más las figuras se difuminan, trato de mantener,
preservar,
abstraer lo mejor, sintetizarlo, hacerlo posible en menos tiempo..
apenas estaba ajustando las velocidades, cuando me salen con que empiezo tarde..
pero no es sencillo...
yo.
Sí, lo sé. 
Perdón, de nuevo no estaba poniendote atención.
Sí.. no se por que me complico tanto para decirte que te quiero.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

RODRIGO VIGNATY

...Y Rodrigo Vignaty me dice con sinceridad:
- Europa está... linda.
Yo, el solitario combatiente, le alego con una sonrisa:
- ¡No!, ¡Europa está hermosa!
- No he visto a esa vieja desde hace un chingo de tiempo.- me informa.
- Yo tampoco.- le digo con un dejo de tristeza - Pero ya volveremos a encontrarnos.
- Ojala valedor.
Rodrigo Vignaty es uno de los mejores amigos de mi vida. Comparte casi los mismos ideales que yo, algo que me sorprende. También quiere ser un vagabundo, nunca casarse y morir de una manera trepidante. Ambos conjuntamos rebeldía e intensidad, necedad y sonrisas. Al igual que yo, Rodrigo no cree en las drogas, detesta el tabaco y no bebe alcohol. Tiene una novia... no, más bien, la chica con la que consigue placer es como una amiga muy cariñosa... No conozco a esa tipa, él me ha hablado poco de ella; que vive cerca de su casa y que es mayor que él (Rodrigo tiene 21 ó 22 años y esa tipa 27 ó 28 o algo así). A mí me gustaría tener una novia mayor que yo, una que no sea inmadura, inexperta, inocente... ¡No!; yo quisiera tener una relación con una MUJER. Y así robarle experiencia, que me enseñara algo mucho más interesante que lo que pudiese mostrarme una adolescente. No sé...
- ¿Sabes qué? - me pregunta Rodrigo Vignaty.
- ¿Qué?
- Quisiera conocer a una vieja tremendamente culera, estriada, inmensamente gorda o una calavera andante; con celulitis, sin dientes, con caspa, que apeste a mierda, que su boca hieda a fríjoles con manteca, que tenga callos en los pies, las uñas largas y sucias; el cabello enmarañado, legañas, mocos inmensos en la nariz, bigote, que sea una idiota, pero noble...
- ¿Y por qué quieres conocer a alguien así? -le inquiero.
- Para cojérmela como un pinche loco. Así, así, así...
Reímos. Y comprendo porque es necesario tener amigos. Porque...

Esto no acaba hasta que canta la gorda

Mis depresiones navideñas estan saltando por las ventanas, ya no caben... ¡por favor ayudenme!, ¡el edificio se incendia!.

Desde el edificio malvibres estamos transmitiendo las aparatosas caidas de todas esas ideas perfectas de amor, una a una... que espectaculo señores, es indescriptible, todas se pelean por salir disparadas de la ventana, se empujan unas a otras... Miren, miren ahí va una larguirucha... ¡zaz! se partió en dos.

Hace más de 9 meses que este edificio empezó con una llamita y ahora se ha convertido en un terrible mar de fuego, dicen que el responsable fue un niño no identificado que jugaba cerca de las cortinas y con una chispita de vela roja incendió todo.

¡Increíble! estamos viendo como una señora gorda esta queriendo entonar una canción en la azotea para impedir que las ideas sigan saltando a la muerte... escucho su primer nota.........

(¡bang!)

Querido público la gorda ha caído de la azotea, de un balazo fue apagado el inicio de su canto, por el niño de la vela roja y... la dueña del edifício.

"esto no se acaba hasta que canta la gorda... ¿y si ya no hay gorda?"

sábado, 13 de diciembre de 2008

La autosuperación es la masturbación.

Desde la muerte de mi padre me volví un descarriado. Y para el mundo donde estoy inserto, extrañamente aún soy virgen, aún no he dejado la escuela, aún no he pisado la cárcel, aún sigo vivo. Me estoy volviendo muy fuerte, demasiado insensible a cualquier dolor. Pronto llegaré a mi plenitud, seré un Hombre por fin y nadie me detendrá mas que una mujer. ...¡una mujer!...
Hace 3 ó 4 años escribí esto en un diario que tuve, cuando mi vida era aún más patética de lo que ahora es. Sigo perdido...


Creí que ya había iniciado mi ascensión, que lentamente salía del hoyo que había cavado para mi consiguiente entierro... Ni siquiera he subido un escalón hacia la Libertad. Lo que he hecho es cavar aún más, soterrar mi cuerpo con grasa, mi juventud con días aburridos. Si pudiera llorar, lloraría, exorcizaría mis demonios... pero quiero conservarlos, al igual que mis lágrimas. No sé, de nuevo es de madrugada, otra vez estoy desgastando mi cuerpo fútilmente. Otra vez he perdido el sueño, otra vez quiero una realidad diferente; sigo sofocándome con ilusiones tontas... Tropezando en la oscuridad. ¿Por qué he perdido el camino? ¿Por qué no hay una señal que me guíe? ¿por qué Ella no está conmigo?
¡Imbécil!: sólo me quejo, solo estoy. Y no peleo por nada como idealmente debería hacerlo.
...En fin... Llegando la noche, muriendo el domingo, comenzando otra semana de odio, me siento acomplejado y sincero. Quiero escribir, pero estoy bloqueado. Sumergido en pensamientos teatrales, soñando que vivo esto o que vivo lo otro, que soy millonario o que tengo cáncer en la piel...
Decido, de pronto, transformarme. ...Pero ahora que he terminado, sé que esto no es una transformación: ¡Es una idiotez!
¿Qué?
Son las tres de la mañana, estoy tumbado en un sillón individual, viejo y roto. De pronto me levanto, tomo una tijera grande, pesada, que demuestra poder y me dirijo a uno de los baños de la casa de mi madre. Me encierro... de hecho no, porque el cerrojo de la puerta está descompuesto... Enciendo la luz, miro el espejo roto que hay arriba del lavabo: mi rostro es una vil grosería. Es seriedad blanca, ojos cafés llenos de misterio y la mierda más guapa del mundo.
Entonces me quito la chamarra, la playera, mi torso es liso, con algunos vellos en las axilas y alrededor del ombligo, tiene 3 kilos de sobre peso y me da asco. Empuño las tijeras. Estoy dispuesto a acabar con esto de una vez por todas. Y lo hago.
...Un día después estoy de nuevo frente al espejo, oliendo el orín del baño más asqueroso de la casa de mi madre y ya no tengo pelo.
Recordad que tenía el cabello hasta abajo del hombro. Lo tuve así por un año y medio. Aunque no lo recuerdo, mi madre me ha dicho que cuando bebé y hasta los tres años, mi padre acostumbraba llevarme a una peluquería para que permaneciera siempre a rape.
Nunca había tenido el pelo tan largo. Ahora, aunque suspuestamente ya me había pasado, tengo conciencia sobre mi cabeza rapada... Vaya, ahora me veo como un maldito, un hijo de puta que después de hacerte sexo oral por 5 minutos te arrancaría los testículos de un sólo mordisco.
Mi aspecto es duro... pero aún no tengo la dureza que algún día tendré.

domingo, 30 de noviembre de 2008

De la noche en que recorde tirara la basura...

Volare, claro que lo haré:
1. Tomo mis alas congeladas del refrigerador2. Las limpio y pongo sobre la estufa (cuido que no se chamusquen)3. Limpio el exceso de agua que han dejado y seco con una jerga de lindos colores4. Saco la pistola de aire y me pongo a secar cada pluma con la mayor paciencia del mundo5. Engraso las plumas una por una y las voy peinando6. Me aseguro que cada una valla intercalada y con la terminación perfecta7. Me duermo, mis brazos lo piden8. Ahora voy con la otra ala9. Como un pan de feria y leche con chocomilk10. Me siento a revisar mi correo y miro de reojo mis alas11. Se apaga mi computadora y me pongo a buscar música en el radio12. Me doy cuenta que son las 11 y voy por mis alas13. Les termino de poner en el lugar correcto14. Me pruebo una y luego la otra15. Algo me estorba16. Le quito el alambrito que les sobra17. Me veo al espejo18. Muevo una y la otra, alternadamente19. Después de media hora logro mover las dos al mismo tiempo20. Me elevo tantito21. Me caigo de sentón22. Me levanto de nuevo y estoy más alto23. Caigo de nuevo, ah pero esta vez pongo las manos.....Espías desde la puerta y te ríes de mis intentos.....24. Ya te vi.25. ABRAZO26. Me quitas las alas27. Lloro mucho, me duele28. Tomas mi mano29. Sonrío..................###.

Y ahora si... sin alas, sin pesos, sin "querría que" me llevas volando muy alto... ¡Morito!

miércoles, 12 de noviembre de 2008

BAJA VOLUNTARIA

Llegar a la isla bailando solo, regresarse, naufragar por siempre, esperar al mar y de cerca abrazarlo. Ahogarse… seguir respirando, nunca moverse.

A TODOS Y ESPECIALMENTE A ESTEBAN Y ANDRÉS: GRACIAS.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Suave. Único. Solo.

Me gustaría describirte el rasgueo de la guitarra, pero no tengo palabras; igual me gustaría contarte el alivio que viene después de un suspiro, pero mi mente no encuentra la combinación apropiada; y cuando trato de decirte lo que el viento me dijo cuando no estabas me parece imposible. Imposible es tratar de decir con palabras el amor que siento por ti, describir el brillo de tus ojos, la curva de tu sonrisa, terriblemente imposible.  Es que no existen tales palabras para  describírtelo, no hay  palabras para describirte. 

lunes, 3 de noviembre de 2008

Todos osos

Los ositos en el cuento de Benjamín pateaban la luna, cerraban los ojos y vivían en castillos portentosos.Benjamín creía que el era uno de ellos y en su ceguera vivía cómodamente hasta que se volvió escritor. Desde entonces: Sus osos le invadían el castillo, le arrebataban la luna y le picaban los ojos con sus propias manos. Fue necesario que los osos escribiesen su propia historia para que Benjamín viviera en el bosque y comiera salmón (como quizá siempre lo deseó mientras leía).

viernes, 24 de octubre de 2008

El gorrión de pecho rojo.

A falta de alimento provisto por la naturaleza el hermoso gorrión ha bajado a los suelos.
Buscando en la basura humana el alimento que lo mantenga con vida, voltea hacia el pequeño pedazo azul que los rascacielos le permiten ver.
Ha perdido la noción del tiempo; la ha perdido cuando, en su esfuerzo por llegar a la frontera del concreto, sus alas terminan abatidas por el cansancio.
....
El gorrión, el cielo y los árboles son uno solo.
Él es el dueño de las nubes que son grises
del sol que ilumina y del sonido que consuela.
Se le ve parado en la copa del árbol más alto, gallardo y orgulloso,
con su pecho rojo iluminado por el sol de la mañana,
el rocío y el ruido del agua le susurran: No te vayas.

lunes, 13 de octubre de 2008

Más juego amor, muchos más de estos...

Juguemos pues a que un día me voy
Que cierro la puerta después de gritarnos,
Me avientas la ropa en la cara y maldices
Y yo sollozo incontrolablemente y... ¡adiós!

Juguemos a que después me extrañas.
A que yo paso por debajo de tu ventana.
Que te veo de rojo cuando conquistas a alguien,
Que ceno en mi pequeño cuarto lo mismo que tú.

Juguemos a que no te habló en los pasillos,
Que te miro de arriba a bajo y me muerdo los labios
Y a que tú pasas con otra tomado del brazo y “feliz”
Que ambos nos hacemos tontos frente a los amigos.

Divirtámonos de tus celos y los míos
De la mutua indiferencia que logran los enojos
Riamos de todos los chismosos que preguntan que paso
Saltemos de alegría para seguir compitiendo
(a ver quien quiere más que el otro)

Pero, después del juego,
Prométeme, que al igual que como empezó
Este se va ir acabando.

martes, 7 de octubre de 2008

¿Principios polacos de amores?

No lo se, habían pasado dos o tres días, quizás veinte; por lo general no los cuento, eso se lo dejo a tarea de mi diario y la computadora. En fin… ¿preguntas que día me enamore de ti?

Fue cuando… me tomaste la mano y tu lengua sacudió terriblemente los portones encarnados y sorprendidos. Ese fue el día en que… no, nos miento.

Ayer, hoy y mañana, ese: mañana es el día en que me enamore (ré) de ti.

Congelados bajo este gran frío, tu y yo y un recuerdito travieso en la avenida.

!Cuidado!....

viernes, 3 de octubre de 2008

Tres parejas: Alenka y Alfredo (1 de 2).

(Para una chica sin nombre que pudo enamorarse de mí.)


Alenka y Alfredo salieron a la Ciudad en busca de olvidarse de todo... sin lograrlo.
Ella llevaba zapatos negros de tacón, pantalón ajustado de mezclilla azul cielo. Una pequeña bolsa negra que hacia juego con su cinturón (con una hebilla discreta) y suéter de cuello de tortuga también negro. Levemente se había pintado el rostro (brillo en los labios, un poco de pintura en los párpados) y su cabello semi largo caía libremente. Alfredo llevaba una sudadera negra cerrada completamente, en la parte de adelante - a la altura de su corazón - el logo pequeño del ying yang. En la parte de atrás ese mismo logo, pero centrado y agrandado lo suficiente para no pasar desapercibido. En ese momento de su historia Alfredo tenía el cabello largo, peinado al estilo libro abierto. Las puntas, en la parte de atrás, se mantenían desordenadas, casi alcanzando su hombro. Llevaba tenis negros con vivos en rojo y un pantalón - algo ajustado - de mezclilla azul cielo (casualidad fue que ambos vistieran similar).
Caminaron erguidos. Ella con un toque sensual, él como si supiese una verdad poderosa. Sus manos no se tomaron en ningún momento, de pronto ella volteó hacia él y descubrió un rostro con cien galaxias dentro.
Lo primero que hicieron esa tarde fue asistir a un cine. Llevaba un día de estreno una película llamada "Alguien voló sobre el nido del cuco" del director Milos Forman. Alenka quedó conmovida, Alfredo no dijo nada. Acto seguido ella pidió ir a un local de hamburguesas. Él se resistió a entrar a establecimientos estadounidenses (makdonals, vurger quin...) por lo que optaron por un discreto lugar donde los dueños atendían. Cada uno comió dos hamburguesas, bebieron una malteada de fresa compartiendo el popote. Antes de irse, suavemente, comenzó a escucharse una canción de Sophie Ellis Bextor llamada "Is it any wonder". Él apartó unas hebras de cabello de la cara de Alenka. Ella le sonrió con dulzura. Alfredo pagó y dio las gracias. Salieron al atardecer con emociones distintas. Ella complacida, él alerta.
Hablaron de temas varios, recorriendo las calles sin rumbo fijo. A veces los paseantes masculinos miraron fijamente a Alenka. Alenka los evitó aferrándose al rostro de Alfredo. Y Alfredo miró hacia el suelo.
De pronto se encontraron recorriendo avenida Reforma. La acera por donde caminaron albergaba una exposición al aire libre. Alfredo había perdido el habla dos calles antes. Ella miró las fotos: grandes lienzos donde los sueños vivirían por siempre. Algunos viandantes se detuvieron para observar mejor las imagenes. Entre ellos, unos esposos discutieron la temática de una foto; su hijo de seis años volteó hacia Alenka y Alfredo y les sacó la lengua. Alenka sonrió divertida. Alfredo le devolvió el mismo gesto al niño recordando cuando así era de pequeño.
- No logro verme con un hijo - Alenka dijo casi para si misma.
Él clavó la mirada en una foto donde un hombre sin brazos, con la cabeza levantada e hincado, estaba en la iglesia frente a un Cristo crucificado. Entonces Alfredo dijo:
- Hay veces que pienso que deberías estar a lado de alguien que valiera la pena.
- ¿Por qué? - ella preguntó con una expresión desconcertada.
- Algo surgirá para llevarnos de aquí y alojarnos en el olvido.
- No te entiendo.
Alfredo miró otra foto: un papalote cruzaba los aires desde un barco de pesca. Dijo:
- Sería un error si me entendieras.- observó la lejanía - No soy como tantos otros que se sienten incomprendidos y buscan comprensión.
- ¿Qué eres? - ella dudó en si tomarle la mano o apoyarse en su hombro, al final continuó sin tocarlo.
- Me siento y me creo incomprendido. Pero debo serlo, es lo que quiero.- Alfredo miró la penúltima foto: un perro huía de una casa en llamas a punto de caerse - Un misterio siempre es atractivo...
- Pero muy pocas personas resuelven los misterios. - Alenka dijo y de repente supo que aquella tarde se llenaría de trascendencia para ambos.
- Eso es lo que quiero. Seguir alejado.
- Entonces, ¿por qué estamos juntos? - la última foto era sobre un hombre que se enfrentaba a un tanque.
- Contestame tú.
Alenka no pronunció nada. Por un instante creyó que él rompería su relación con un golpe en el pecho y un escupitajo. Pero Alfredo articuló:
- ¿Sabes qué me molesta de ti?
- ¿Qué? - preguntó ella a su vez, asustada.
- Tu perfección.
- No soy perfecta.- Alenka se sintió halagada, cerró un puño con fuerza - Tengo muchos defectos.
- La modestia también es parte de tu perfección.- Y Alfredo consideró que se equivocaba, ella aún no alcanzaba ese nivel superior, vedado para tantos otros.
- Cuando me conozcas mejor sabrás que soy una chava como cualquier otra. Nunca seré perfecta.
- No, nunca serás como cualquier otra. Indivisible, permanecerás eterna.- Alfredo pensó en alguien más, se sintió deprimido.
Avanzaron unos metros en silencio. Ambos se conocieron una tarde de verano hace poco más de tres años. Él repetía su primer primer año escolar y ella llegaba con la nueva camada de preparatorianos. Ella lo enfocó, atrapada. Él, tímido en ese tiempo, deseaba tener una primera novia. Hasta un par de años después ambos comenzaron a hablarse. Quien los presentó fue un amigo mutuo apodado Ritchie. Iniciaron una relación más profunda - sin llegar a llamarse novios- al final del año escolar anterior.
Alenka rompió el silencio con la trascendencia.
- Quiero que hoy antes que nos separemos hagamos el amor por primera vez.
Alfredo volteó a verla turbado. Tuvo que decirle:
- Todo puedo cambiar para siempre.
Abrazaron otra vez al silencio. Ensimismados, ella dudó sobre su petición, él quiso algo diferente.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Juguemos amor, jueguemos hasta el final

"Ante noche -me acuerdo como en sueños- entredormido, estuve hablando solo una barbaridad, hasta que vino el sueño disgustadísimo a callarme"
Efrén Hernández El señor de palo

Aveces te lloro en las noches de moras, me escondo bajo las cobijas y simulo, apenadita, besarte las corvas. Pero cuando en verdad tengo miedo, me empiezo a comer compulsivamente mis suspiros, y estando llena me levanto al baño descalza; le sonrio al espejo, jalo el hilo de agua y me encamino de nuevo en puntillas a mi cueva tiernamente improvisada. Comienzo de nuevo a mal-soñar demonios dilatados que etereamente se convierten en el sexo que prefieren. Te llamo para que me salves con los cantos que me enseñaste una vez en tu cama, pero no llegas y estos demonios me devoran los lobulos a cada rato, me pelliscan las costillas y me hacen saltar de la cama; intento, deveras que intento matarlos con la soga de mi tripa más hambrienta, pero ellos, malditos sonrosados, se burlan de mi desatino. Y ahí estoy peleandome con mis demonios, y tu que no llegas, me van ganando, 5 a 0, ¿Qué hago?

5:30 pm, hora de levantarse...

Maldición, justo cuando empezaba a ganarles... pero la cobija ya me asfixiaba - a ver si mañana si llegas a jugar, recuerda que yo soy la mala y tu tienes que llegar a matarme.

viernes, 26 de septiembre de 2008

aGRAVIO Y CARACOl

hasta QUE CAIGA EL CAPARAZÓN Y SALGAN MIS PIES, MI LENTITUD ES APARENTE...
bípedos CRÍTICOS: ustedes ¿QUÉ HACEN CON SUS PIES Y SUS OJOS EN LA CARA?
fugaces CARNÍVOROS DE INSECTOS: Tengo BASTANTE TIEMPO PARA RECLAMARLES Y CRITICARLOS, PERO LO OCUPARÉ EN AVANZAR UN METRO SOBRE EL PASTO.

...un poco de lo que provoca el retiro arquitectónico...

Tres parejas: Azul y "Ace".

...No creo que haya sido buena idea viajar en Metro. Hubiese tomado un taxi. Tenía miedo de parar uno. Hace una semana a una de mis amigas el taxista trató de secuestrarla. Afortunadamente no pasó de un asalto. Debo quitarme ese miedo, sino no podré salir a la calle. Es inevitable no sentir miedo viviendo en la Ciudad de México.
...Pero aquí estoy, abordo de un vagón. Rumbo a la casa de Sharon, que tiene un tobillo roto, la pobre. Y no sólo eso: cortó con su güey hace cuatro días. Alguien me dijo que las desgracias vienen de dos en dos... no, de tres en tres... no recuerdo bien. Compraré un helado y Sharon y yo nos encerraremos en su cuarto, para comer y mirar la tele. Espero que ella no quiera ver el canal de vídeos musicales. A mí me harta. También espero que ella no llore al hablar de su güey; terminaremos hablando de él aunque ayer hayamos prometido que no, ayer cuando le hable por cel para formalizar esta visita.
Dije que no era buena idea viajar en Metro porque muchos hombres me han mirado de la manera que no me gusta: como si fuese un objeto, y no lo soy. Soy una mujer... ¡Casi soy una mujer!
Afortunadamente no hay mucha gente en las estaciones. El tren avanza rápida y constantemente. Unos niños con rasgos indígenas subieron hace tres paradas, eran hermanos y mientras el niñito - creo que 8 años - tocaba el acordeón distraidamente, la nena - con 6 años, creo - les pedía dinero a todos los pasajeros con un bote. Iba descalza. Y sentí pena por ella. ¿Por qué las desigualdades en este país? Siempre les doy gracias a mis padres porque no se han separado, me otorgan casi todo lo que pido y me quieren a pesar de lo complicada que soy. Me quieren y eso es lo que más me importa.
A la nena le sonreí y le di un billete. Dicen que dándoles dinero a los niños de la calle no permitimos que salgan de ella, pues seguimos costeándoles su estancia en parques, avenidas y... ¿coladeras? Italo me dijo que los niños de la calle también viven dentro de las coladeras. ¿Será
posible? ¿podrán soportar las ratas, el mal olor, la basura?
No me había dado cuenta que el niño que está parado y recargado en la puerta que no se abre en este viaje, estudia en la misma prepa que yo... ¡Sí!, lo he visto por ahí.
Estoy sentada, miro su perfil, la perforación en su ceja derecha. No sé como se llama, lo he visto con un niño moreno de anteojos al que llaman Pallares. Ambos son amigos de Ritchie... ¿Qué está haciendo Ritchie en estos momentos? ¿Lavando su coche? ¿Viendo la tele? ¿Saliendo con alguien?
De pronto el niño se da cuenta que lo miro. Volteo rápidamente hacia una ventanilla. No sé, él no es feo... Pero no es de la clase de personas que me gustaría tratar. Creo que es problemático. Debe serlo porque los niños con los que se junta lo son... O eso me ha dicho ritchie y Eder... Eder... Sigo sin poder sacármelo de la cabeza. ¡Que impactantes son sus ojos azules! ¡De poca madre su mirar!
...Volteo a mirar a ese niño y noto que me mira fijamente. Me está coqueteando. Vuelvo la vista hacia otro lado. Y aunque el matiz de mi rostro es molesto, realmente no lo estoy. Espero que en la siguiente estación ese niño se baje.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Niebla y montañas

No hay mejor lugar para morir que ese.
Ahí... entre las nubes y la niebla; entre el aire frío y los débiles rayos del sol.
El viento invade mi mente, y mis ideas se van con el.
Regresamos a las montañas y las copas de los pinos: El Mundo Es Nuestro.
Ahí no necesitamos más que el verde de las hojas y el cantar de las aves.
El Mundo Es Mío, Por Que Yo Soy De El.
Dejame morir entre las montañas, barreras que impiden el paso de la niebla; dejame morir en el frío, entre los árboles y las nubes.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Tres parejas: Alondra y "El Abuelo".

Tres parejas amorosas sobreviviendo un sábado otoñal sin nostalgia:



Alondra Servín vive en una calle llamada "Texas" al suroeste de la Ciudad. Sale de su casa cuando Daniel Montejo (Chosty) y Daniel Espinoza (El Abuelo) tocan en ella, como ayer acordaron. Hay una especie de reunión en la casa de un chico apodado "Saze", el trío fue invitado y se apresura a llegar.
- Ayer el pinche "Macre" me estaba contando que de la taza del baño de su casa salió una víbora como de 30 centímetros - Chosty platica caminando en un extremo, en el otro se encuentra el Abuelo y en medio, Alondra pronuncia:
- ¿Como crees?
- Dice que eso sucedió en las vacaciones pasadas.
- ¿Y tú le creíste? - el Abuelo frunce el entrecejo - El "Macre" es un pinche mentiroso.
- Imaginen que hubiese sido real.- intercede Alondra.
- Y que estuvieras cagando cuando te saliera, pero una boa.- el Abuelo inventa, robándole risas a sus acompañantes.
- ¡Abuelo! - exclama Alondra, mirando la eterna sonrisa de su amigo.
Llegando a una base de microbuses, el trío aborda el vehículo indicado. Se ubican en la parte de atrás, en el asiento largo para 5 personas.
Alondra permanece en medio de ellos, a quienes conoció hace tres años en la preparatoria. Ella era de nuevo ingreso y ellos, repitiendo el primer curso, de inmediato la abordaron, buscando amigas bonitas.
- Y en total ¿quienes van a estar en la fiesta? - ella les pregunta, pero mirando a Chosty.
- No es fiesta.- dice éste.
- Bueno, en la reunión o lo que sea.
- Los de siempre.- El Abuelo contesta mirando por la ventanilla.
- Osea... "Zyen", "Macre", "Fire"... - Alondra enumera, deteniéndose cuando Chosty le corrige:
- El pinche "Fire" no va a estar porque va ir al dentista.
- Bueno, el "Fire" no. ¿Quien más?
- Alessandro, Stasha, "Coco", "Clower", El "May"...
- ¿Va estar el "May"? - el Abuelo pregunta.
- Sí. Y una de sus pinches novias de primero, no sé como se llama.
- Creo que le dicen "La Pollo".- expresa Alondra mirando como un joven le cede el asiento a una señorita.
- ¿La Pollo? ¡No mames! - Chosty ríe mostrando unos dientes grandes y no tan blancos.
- ¿Saben que hace el "May"? - inquiere el Abuelo - Va a las secundarias a la hora de la salida y caza viejas.
- Y me imagino que sólo les habla a las de doce años.- musita Chosty en tono burlón.
- No, no es tan jodido... Les habla a las de 14.- y el Abuelo sonríe con la sonrisa bella y contagiosa que tiene.
- ¿Cuantos años tiene el "May"? - le pregunta Chosty.
- 16.
- ¿En serio?... Parece de 20.
- Oí que Eduardo iba estar. ¿Es cierto? - pregunta Alondra con un gesto inocente.
- ¿"El Borracho"?... - Chosty frunce el entrecejo - A estas horas ese güey ha de estar tirado afuera de una cantina de la colonia Doctores.- y ríe.
- ¿Lo quieres ver? - el Abuelo le pregunta a Alondra en un susurro.
- Pensé que estaría.- dice ella.
- ¿Te gusta? - el Abuelo murmura cauteloso.
- No.- y mira fijamente los ojos cafés de su amigo - Me gustas tú, Abuelo.
Chosty suelta una enorme carcajada. Alondra sonríe cuando nota que la gente voltea a verlos. Daniel Espinoza se sonroja, apreciando la amistad que tiene con Alondra.
Ya en la fiesta Chosty habla con una chica llamada Rogelia y un par de hoppers apodados "Rider" y "Mr Free". "Coco" habla con Alondra, tratando de separarla del Abuelo, pero ella se resiste. El Abuelo habla a su vez con "Macre", éste le cuenta la historia de la pequeña víbora que un día de verano salió por su excusado. Daniel comienza a creerle.
Y en un momento de la reunión en la casa de "Saze", cuando el atardecer monta colinas, Alondra se acerca al Abuelo y le susurra al oído:
- Quiero que siempre seamos amigos.

Días de juventud 2.

El ex presidente mexicano Ernesto Zedillo Ponce de león presentó el termino "Globalifóbicos" refiriéndose a todos aquellos protestantes (en su mayoría jóvenes) que se ven a las afueras de convenciones, reuniones de estado, cumbres, visitas de mandatarios de los países lideres del mundo, etc..., y que están en contra de un mundo homógeneo, en donde la gente pierda su identidad (si es que alguna vez la tuvo). Yo comparto algunas de sus actitudes e ideas, por lo que podrían llamarme semi globalifóbico. Hace un par de años me mostraba reacio al uso del Internet. Ahora me he ablandado un poco, porque me agrada conocer sucesos de otras partes del mundo, quiero estar informado. Exceptuando algo realmente trascendente, nunca mantendré una conversación por Internet (inclusive casi no utilizo el teléfono... no tengo celular porque no me gusta que me controlen, lo tendré cuando pueda llamar a una chica "mi novia"), tengo un correo electrónico pero sólo por motivos escolares; y es que en una charla me gusta ver a la gente a la cara, sentirme cerca, mirarme reflejado en sus ojos.
Hace una veintena de meses conocí una pagina llamada "la jaula". Sitio que agrupa demasiadas escuelas de la Ciudad de México y está destinado, básicamente, para que los estudiantes se expresen como quieran. Desde noticias insulsas hasta adolescentes que buscan sexo fácil, yo entré a "la jaula" para buscar personas de mi pasado. A excepción de un chisme sexual e inventado de mi amiga Tania Ericka Medina, no supe algo de los amigos que extraño (pero no debo reencontrar porque yo soy una mala influencia).
En el apartado de la UNAM, una noche me atreví a publicar algo de lo que en ese entonces escribía con ahínco: DÍAS DE JUVENTUD. Desde el anonimato los lectores - más ávidos de conocer pirujas o zaherir a las más guapas de cada facultad - pudieron ofenderme, decir que mis textos eran una vil mierda y yo debía cortarme las manos y sacarme los ojos. Sin embargo - y esto me desconcertó - nunca recibí una ofensa. Pocos comentaron mis escritos, escribiendo que les gustaban. Y entre ellos una chica - que he olvidado su nombre - me escribió algo que nunca olvidaré: "Me recuerda algo que viví, que creí que sólo podría pasarme a mí, pero ahora sé que puede pasarle a todos".
Un capitulo de DÍAS DE JUVENTUD (novela trunca - me quede en los 30 capítulos - que retomaré al comenzar el siguiente año) se llama "Tres parejas" y está dividido en tres partes. La última parte fue la única que publiqué en "la jaula" y que le provocó añoranza a una chica que quizá siga caminando por Ciudad Universitaria (tal vez en alguna ocasión me crucé o me cruzaré con ella y hubo o habrá una chispa). Por ella, y por otras, ahora publicaré durante algunos días dicho capitulo. La última parte de éste es lo que más me gusta de mi segundo intento para construir una novela seria, llamada DÍAS DE JUVENTUD.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Con sincera, amorosa y admirable dedicación a: Richard, Andrés, Estef y Alfred

ME PASO LA NOCHE ESPERANDO EL METRO
Y ME PONGO A DIVAGAR POR LOS RECUERDOS.
ME HAYO CON SONRISAS Y LAGRIMAS,
INCERTIDUMBRES, ENOJOS Y ABRAZOS.

ME PASEO POR EL ANDÉN, UNA Y OTRA VEZ
Y VEO PASAR LAS IMÁGENES DE UN VAGÓN A OTRO
Y NO ME SUBO, NO ME QUIERO IR
NO HASTA VER EL ÚLTIMO SONIDO

EN ESTE FRÍO PISO, LUSTRADO Y SECO
GRIS Y MORDIDO DE DESESPERACIONES;
AUNQUE SEA UN PISO COMO CUALQUIERA
SABEN USTEDES; NO ES SÓLO PISO.

ME HACEN DEGUSTADORA DE SOLEDADES,
URGIDA DE ANGUSTIAS Y PLACERES,
ENCANTADA DE ALEGRÍAS Y TORTURAS.

ALIMÉNTENME PUES COMO MADRES SANTAS,
CON LECHE TIBIA QUE SALGA A MI FRUSTRACIÓN;
ESA TAN RARA QUE DERRAMAN DEL OJO A LA NARIZ

Y YO LOS OBSERVO, AHÍ, DESDE DONDE NADIE LOS VE
PORQUE NO ME SIENTO JUNTO A USTEDES
A VER COMO SUFREN, COMO LLORAN O DUERMEN

AHORA SI ME SUBO A ESTE METRO
PORQUE EN EL LLEGAN USTEDES,
AHORA SI, ESTE ES EL BUENO…

EL TREN CARGADO DE RECUERDOS, RECORDADOS Y RECORDANTES VERDES.

martes, 16 de septiembre de 2008

Amor

Estúpida tristeza que me embaraza de lágrimas,
que me hierve el seso solitario de la cabeza.
Hay amor: que me matas, que me envuelves
que me tocas y te vas de muy mañana a tu vida.

Baila conmigo este pequeñito vals,
miénteme un poco, a lo menos por este compás,
extráñame en la oscuridad de tu libertad.
Bésame en tu imaginación triangular.

Un paso y dos a jalados hacia mí
con la vuelta que me aleja y me hace volar
y tú brazo que responde y vuelvo a girar.
Con los músicos de fondo y tú rostro firme

Cántame al oído, susurra sonriente la vida
cuéntame de aquellos trozos de amor
esos que guardas entre tus pulmones
de los que yo me muero por saber

No te vayas amor, no bailes solo,
no me ames como lo hago yo
alguien debe ser racional en esto.

Pero sobre todo
no dejes flotando
a estas pequeñitas humedas
al ritmo de vals.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Dìas de mierda. (Dos de dos)

...Una hora ha pasado y han retornado a la tienda dos veces más. Los otros todos tienen clase, pero han decidido evitarlas para continuar explayandose. Eduardo, Mateo y Gabriel platicaron sobre sus objetivos amorosos sintiéndose impotentes. Fernando se negó a hablar de su gran amor, Lupita. Y Marcos no supo que decir, a él le gustan todas.
Cuando Mateo da el último trago, Gabriel Espinales les pregunta:
- ¿Compramos otras?
- Me quede sin dinero.- comenta Marcos.
- Yo tampoco tengo.- dice Fernando.
- ¡No sean culeros! - Eduardo pronuncia animado - ¡Compremos otras!
- Sólo tengo el dinero de mi pasaje.- revela Marcos sintiéndose mareado.
- A mí me sobran dos pesos.- dice Gabriel con humildad - Alguien acomplete...
- ¡Otra más! - Eduardo se impacienta - Estábamos platicando chido... Compremos una más. ¿Quien tiene dinero?
- Ya no tengo.- pronuncia Marcos - ¡En serio!
- ¡Tú si tienes, Chuck.- Eduardo afirma, nombrando a Fernando por su apodo (el cual proviene de la película "Chucky, el muñeco diabólico").
- Nel... Nada.- Fernando se encoje de hombros - Si no me crees, revisame.
- ¡Tú, Mateo! - Eduardo lo mira fijamente - Saca la cartera.
- Si traigo.- Mateo es el menos borracho de todos - Pero no quiero más.
- ¡No seas culero! Compra dos más.- Eduardo ruega sin convicción.
- No cabrón, todavía tengo clase de matemáticas.- Mateo es delgado, de mediana estatura, tiene la piel moreno clara, su cabello es corto, peinado como púas; Originalmente es castaño oscuro, sin embargo, ahora que vive su último año de prepa (despedirse con una intensidad que no tuvo en los años anteriores) lo ha pintado con un rubio insoportable.
- ¡Somos amigos!... Hazme ese favor.- Eduardo, semi borracho, recuerda la borrachera de hace una semana en la casa de un amigo apodado Buggy. Recuerda que vomitó a mitad de una escalera y Buggy, al darse cuenta, corrió hacia él, y con una sonrisa forzada le propinó un puñetazo en el abdomen obligandolo a vomitar otra vez.
- ¡No mames güey!... Esto se acabo - impaciente, Mateo espera que alguno de los restantes lo apoye, pero éstos permanecen apáticos.
- ¿Te vas a portar como un mal amigo? - Eduardo pregunta en un quejido - ¡Dímelo!
Mateo sonríe, al responder subestima a Eduardo, uno de los mejores amigos que pudo tener.
- ¡Está bien!... Voy a comprarte otra caguama. Y sólo para ti, pero...
- ¡Sin condiciones! - Eduardo frunce el entrecejo decepcionado - ¡No seas culero, Mateo!
- ¡Pero! - Mateo se impone alzando la voz como siempre - Quiero que te cagues en la mitad de la calle - señala sabiendo que Eduardo no hará aquello - ¡Ahorita!
- No habrá otra caguama.- Marcos le dice a Gabriel en voz alta, retando a Eduardo.
- Ya vámonos.- susurra Fernando.
- Hazlo y juro que te compro una caguama.- Mateo utiliza una voz burlona.
- ¡No chingen! - Gabriel le sonríe a Marcos - Si lo hace tendré pesadillas.
Eduardo Marín permanece callado. Luce molesto. Una tenue capa de sudor cubre su rostro. Trota hacia el centro de la calle, se baja el pantalón apresurado y ante la posibilidad de extraños en las puertas, personas que de pronto doblen en la esquina y entren al lugar; ante las expresiones morbosas de sus amigos, Eduardo se agacha y defeca sin mucho esfuerzo.
Antes que su amigo termine Mateo Malvaez echa a correr. Los otros hacen lo mismo y Marcos grita hacia los vecinos:
- ¡¡Salgan, un chavo está cagando en la calle!!
Eduardo no tiene con que limpiarse, sube sus pantalones, toma su mochila abandonada en la banqueta y emprende la huida justo cuando una señora, asomada a su ventana, le reprende:
- ¡¡Pinche chámaco asqueroso!! ¡Si algún día regresas yo misma salgo a romperte la madre!
Marcos, antes de alcanzar la esquina, se detiene y le grita a la señora:
- ¡Vallase a la verga, menopausica!
Cuando la preparatoria está a 15 metros, Mateo se para en seco y así los restantes. Eduardo no está enojado con él, le dice:
- Eres un culero... ¿No me vas a comprar la caguama?
Mateo ríe - sus amigos también - y busca algunas monedas en una de las bolsas de su chamarra.
- Toma el dinero... Te lo ganaste.- Y suelta una gran carcajada.
- ¡Pinche asqueroso! - le dice Fernando divertido - No pensé que lo harías.
- Lo hice por la experiencia.- susurra Eduardo y reprime un eructo.
- ¡No mames! Tengo ganas de vomitar.- miente Gabriel Espinales
- Y yo de orinar.- revela Marcos.
Sólo Marcos Salinas reingresa al plantel. Con el paso rápido y los labios apretados busca el baño de hombres. Su estado semi alcohólico le produce vértigo. Sus pies se vuelven torpes. Al rebasar la explanada de acceso, justo cuando una turba de estudiantes sale de los salones en el cambio de clase, su pierna diestra tropieza con la zurda. Se desploma... Durante dos meses Marcos Salinas se sonrojará recordando esté momento. Si bien no saldrá lastimado lo que le dolerá más serán las risas de más de cien adolescentes que presenciarán aquella caída. Y al saberse centro de atención, desvalido ante la burla de los otros, no sólo se orinará encima, vomitará con todas las fuerzas de sus 19 años.

viernes, 12 de septiembre de 2008

July 25, 2008 - submitted by Luke, United Kingdom
Q. If love, like air, can only be felt and not seen, how can we know that it exists?
The Oracle replies:
Well Luke, we know air exists, so following the same theory, the logical answer is that love does too.

http://coldplay.com/oracle.php

lunes, 8 de septiembre de 2008

Días de mierda. (Uno de dos)

No muy lejos de la preparatoria existe un callejón. El callejón sirve como escondite; los vecinos son tolerantes, casi apáticos, permitiendo que cada atardecer (sobre todo el atardecer del viernes) los estudiantes de la preparatoria se ubiquen en la parte final, tras un auto viejo y abandonado, para emborracharse y quizá fumar mariguana.

Marcos Salinas, Mateo Malvaez, Fernando Enriquez, Gabriel Espinales y Eduardo Marín están sentados en la banqueta. En una tienda cercana (donde el dueño ya conoce sus nombres) compraron 4 caguamas; 3 de éstas las han guardado dentro de sus mochilas, la que está abierta la pasan de mano en mano, bebiendo uno tras otro sin pensar siquiera en limpiar la boquilla.

Gabriel Espinales platica:

- ¡Eso es una mamada!... En primero el Pepeluche y el Muñeco siempre estaban juntos, como novios... Y ahora, a punto de terminar la prepa, ya no se hablan... Y lo más jodido es que no se hablan por culpa de una vieja... ¡¿Verdad que es una mamada?!

- ¿Al menos la vieja está buena? - pregunta Marcos.

- Se llama Diana Alejandra.- revela Mateo Malvaez - Sergio quiere con ella.

- El puto de Alfredo quería con ella en primero.- dice Eduardo Marín alias "El Borracho", recordando con añoranza las andadas de primer año de prepa.

- Pero ¿está buena? - insiste Marcos Salinas.

- ¿No la conoces? - le pregunta Mateo con desprecio.

- No... ¿Es una alta, morena y nalgona? - Marcos rememora a una chica con la que se ha masturbado las últimas 4 noches.

- Estás describiendo a Jaqueline.- sonríe Gabriel.

- Esa Jaqueline es un monumento.- dice Eduardo con entusiasmo.

- Pero si a ti te gustan los hombres.- pronuncia un Fernando Enriquez sonriente.

- Si a mí me gustan los hombres, a ti te gustan las escobas.- Eduardo le revira con una sonrisa burlona - Imaginen a este güey con una escoba en el culo.

- Wacala - murmura Mateo.

- No me han contestado - se enoja Marcos.

- Diana es alta, blanca... - Gabriel comienza a tener una erección - Es guapa...

- ¡¿Está buena?! - se decepciona Marcos Salinas.

- Sí - asegura Eduardo.

- No, está delgada - afirma Mateo Malvaez.

- A mí me gusta - dice Fernando.

- Tania está más chida - expresa Mateo antes de beber un poco de cerveza - ...No sería como soy ahora si Tania y yo hubiésemos sido novios.

- ¿Tanta importancia le das a ello? - Eduardo pregunta con cautela.

- A Tania... sí - Mateo responde nostálgico.

...Tania Ericka Medina tiene clase de Historia del arte. Está sentada en la primera fila de un salón con las luces apagadas. Un proyector muestra la imagen de las estatuas del General y sacerdote Rahotep y su esposa Nofret (imperio antiguo, Egipto). El maestro - moreno, con lentes - da una explicación detallada, presiona el botón y la diapositiva cambia, ahora se trata de una Mastaba (tumbas para grandes personajes). Un cosquilleo repentino hace que Tania se distraiga. Pasea lentamente la mirada por sus compañeros... Marycarmen theran se encuentra junto a Aida Nuño. Y está de pronto le susurra algo y la otra asiente y sonríe de una manera amable. Mauricio Cuellar tiene el cabello largo, sus ojos felinos parecen embobados. Victor Muñiz (Macre) y Mario Navarrete (Zyen) están sentados justo una banca atrás de ella; ella sabe que ambos están pendientes de sus nalgas, tratando de descubrir el comienzo de su pantaleta. Del lado izquierdo advierte la presencia de Alma Cortez, Liz guerra y Jorge Vargaz. Más allá mira el cabello corto y chino de Rodrigo Vignaty. Y sentado junto a él, Alfredo Rodriguez mantiene un gesto ingenuo.
Tania sonríe sin razón aparente, se pone de pie y sale del salón buscando el sanitario. Camina un poco, la algarabía juvenil expuesta en el patio escolar la desubica. Ella, de pronto, no puede soportar tantos gritos, tantas risas, tantos colores que se desplazan de aquí a allá. Arrastra los pies, su pecho aumenta en palpitaciones, su boca se entreabre dejando escapar un suspiro...
Tania se siente tan cansada...
Dentro de un cubículo orina, después se limpia. Uno de sus amigos apellidado Pallares le dijo que en una película el protagonista drogadicto nadaba en un escusado en pos de su droga. Imagina que es posible, ella se vuelve tan pequeña o inmensa la taza del baño; cae... pero no puede nadar.
¿No quiere hacerlo?
- Deberías hacerlo - le susurra la imagen que le devuelve el espejo del baño de las chicas.
Al entrar de nuevo al salón sus compañeros voltean a verla fugazmente y ella, de forma repentina, se percata de la ausencia de Fernando Enriquez y de Eduardo Marín. No se pregunta donde estarán, Tania Ericka Medina se pregunta cuando serán lo suficientemente rebeldes para marcharse sin despedirse.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Consultorio del gato

Todo es lo mismo dentro de la pecera de refresco: las piedras dulces, el oxígeno revuelto. Pero el pez diabetico ya esta fuera junto a la inyección de insulina.
- respira pececito, todo va a estar bien-

lunes, 1 de septiembre de 2008

INTRO.

(Así es como comienza mi novela. No debería publicar esto, pero de pronto tengo la necesidad de gritar que estoy aquí. A pesar que siempre estoy tan lejos)




Estoy vivo.
No hay ningún motivo para mi existencia.
Mi presencia, mi mirada, el calor de mis palabras no significan más que un absurdo. El absurdo de la juventud contemporánea en está edad última. ¡Nunca seremos viejos! Camino, pero no hay marcas, mis pasos son fantasmas varados en pueblos. No llevo respuesta alguna, las soluciones se desparraman en el olvido. Y si bien de pronto me muevo, estoy, soy, me vuelvo la causa de efectos violentos, la consecuencia de decisiones estúpidas, no cambiará nada...
Sea lo que sea, pase lo que pase, sabiendo que no soy importante y por lo tanto, al no representar un papel serio ante los otros, mucho más libre... ¡No cambiará nada!...

LA VELOCIDAD DE LA NOCHE.

En el principio... supe que la rebeldía, la diferencia, me conducirían a la libertad. Tenía 15 años y para distinguirme entre los tantos otros que me rodeaban comencé a leer, comencé a escribir. Ha pasado tanto desde entonces (apenas rebaso la veintena de años, pero me siento tan viejo, que he vivido demasiado), mi pluma - ¡La pluma de mi vida! - ha gastado el 20% de su tinta, y luego de pésimos trabajos, de escritos mediocres, de algunos textos que han despertado emociones intensas en las personas que los han leído; me siento fuerte para terminar mi primera novela.
No puedo precisar exactamente como o cuando surgió la idea - quizá fue porque al comenzar mi educación secundaria me fue asignado por vez primera el turno vespertino (y en el mismo turno he continuado mi educación) y así, lentamente, en casa, inicie mis desvelos. Mientras los otros todos dormían yo permanecía despierto -; puedo revelar que el titulo de mi primera novela lo obtuve del titulo del número 102 del comic de Spawn. Puedo decir también que al principio mi novela fue un cuento de 10 hojas que mandé a un concurso que no gané. Y por último - antes del tema más importante que quiero exponer - diré que mi primera novela, básicamente, trata sobre la Ciudad de México y la amistad entre dos hombres.
...LA VELOCIDAD DE LA NOCHE surgió hace dos años. La inicié sabiendo que es lo único bueno e importante que haré en la vida, que quizá no habrá más después de ello; que luego del punto final que ponga en el epilogo tendré mucha más fuerza para largarme de aquí (algún día tendré ¡los huevos! suficientes para dejar todo atrás, caminar y obtener la respuesta a una pregunta que aún no formulo con claridad). La inicié decidiendo que lucharé tanto, daré hasta mi vida para publicarla (me resulta agradable imaginar que alguna vez en los largos años que vendrán, algún amigo - Esteban Hernandez o Rodrigo Vignaty o José Luis García o Eduardo Marín o Damian Salas o ... - entrará a una librería y en algún estante, al fondo, mirará mi nombre - que también es el nombre de mi Padre - en la portada de un libro.
LA VELOCIDAD DE LA NOCHE surgió hace dos años. Doce meses antes que apareciera la chica que alguna vez recibió un poema mío. Esta novela es por Ella. Ella me ha brindado la esperanza, la inspiración, el esfuerzo para continuar, reescribir, leer, inventar, perfeccionar un libro donde estará mi juventud y mi dolor condensados. Ella estuvo desde el primer carácter que plasmé en la hoja de un cuaderno viejo, aquel que adquirí en mi educación primaria, pero nunca lo utilicé hasta ahora. Ella estuvo desde el principio a pesar que aún no sabía como se llamaba, donde la conocería o cual era el trato que me daría. Desde la primera frase de mi novela (que, hipotéticamente, terminaré en diciembre) supe que Ella llegaría a mi vida. Más bien: la inventé.
Inventé el color de su cabello, la forma como vestiría, su manera de caminar... Y cuando de carne y hueso, a unos metros de mí, pude verla con mis ojos misteriosos el corazón me dio un vuelco. Y todo cambió para siempre.
Ahora, nuestros caminos - por un instante tan cerca - comienzan a separarse (Ella será una gran actriz, yo un maldito vagabundo), pero el texto de la primera pagina antes del inicio de mi novela llamada LA VELOCIDAD DE LA NOCHE permanecerá inviolable:

Para ELENA DE LA CRUZ ABRÍN.
Con AMOR.

viernes, 29 de agosto de 2008

Scared

Justo delante de mí, tomas el lugar de siempre.
Siempre tan altivo, siempre tan perfecto.
Una muralla es lo que necesitamos.
Necesitamos palabras, necesitamos sonrisas.
La vida pasa, se nos esfuma, y aquí estamos.
Estamos viéndonos de reojo, estamos pensando en lo que pensará el otro.
Intento no voltear a verte cuando los demás hablan de AMOR
Amor que no llegará, amor que tú no sientes.
Anda, di que me odias.
Que odias mis miradas, que odias mi sonrisa.
Nada puedo reclamarte, por que… nunca nada sentiste.

miércoles, 27 de agosto de 2008

A una galleta que estoy por comer

Tan porosa como avenida llena de tránsito.
¡Sabrosa!, hermoso crujir de metro avanzando.

¡Galleta que engaña el hambre hacia casa!

¡Llegamos, llegamos,
por fin... nos vamos!

¡Caray!

¡El mismo sueño! (...)
y...
mis ojos se abren
subo más...
Me caigo al cielo:

y las estrellas se desangran.
me hago ligera como pluma
poco a poco se acaba el aire,
Me caigo al cielo:

los otros que miran.
el alma frenética (famélica)
mi grito desaforado;
Me caigo al cielo:

El semáforo en verde...
en los cristales veloces.
la mirada fija
Me caigo al cielo,

La verdadera y triste historia de mi lágrima izquierda

Déjame que te cuente la historia de mi lágrima:

Venía de lo más profundo del corazón, había ya caminado un largo sendero de alegrías y tormentos. Pasó por los puentes más delicados y fue capaz de traspasar los muros más anchos y pesados. Era pues, la lágrima más valiente que pude haber creado.

Llegó el día en que paseando por la fosa nasal asomo su carita escurrida y viéndome en el espejo sintió que era su momento de salir. Mi cara estaba tan agrietada de dolor que ella sacrifico sus recorridos por salir. Y entonces, presurosa se acerco al lagrimal del ojo izquierdo – cierro los ojos, pues así pienso que estas aquí- y salió, con la paciencia de los besos enamorados, salio cual espuma que llega a la arenal orilla… Recorrió los regordetes pedazos de cara mía, curveando la nariz, deslizándose bonachonamente por los labios batientes – sabe a ti- .

Amor… ya te dí mi más bella lágrima
¿Qué más?

lunes, 25 de agosto de 2008

Hear you now.

(Para las dos Sandras que conocí. Una adolescente y tan inteligente. Y la otra que no sobrevivirá mucho en el lugar donde ahora se encuentra. Y esto también es para las chicas pueblerinas que cada domingo asisten a la Alameda Central, a Chapultepec, para divertirse).




Se ha vestido con falda corta y verde. Lleva una pequeña bolsa del mismo color donde esconde maquillaje, toallas femeninas, el celular, una billetera (con la virgen de Guadalupe en el frontispicio), un pequeño mapa de la Ciudad, llaves, un diccionario inglés-español, una foto donde aparece la mayor parte de su familia, pañuelos deshechables, chicles de menta, un condón...
Sandra Gütierrez se ha arreglado como se lo recomendaron en una revista para jovencitas ("quince a veinte", "you", "sebentin", "putitas cool") y me encuentro hermosa. No quiero pasar desapercibida. Necesito atención. Alguien que esté ahí cuando me sienta triste, alguien que comparta mis alegrías. He salido a la calle con el pretexto de tomar un café en la colonia Roma. Lo que de verdad hago aquí , al aire libre, es soñar con otro nacimiento, tener un cuerpo bonito, otra cara, otro color de piel.
Pero Sandra Gütierrez no ha tomado un taxi o un microbús para llegar aquí, ha usado el Metro, bajando en la estación Chapultepec. Al salir de ella un hombre gordo, moreno, pelón, con una playera del equipo de fútbol América, la ha mirado con una extraña mueca que puede significar esto: a) Lujuria. b)Desprecio. c) Burla. d)Sorpresa. e) Una enfermedad facial.
El desorden existente a las afueras de aquella estación del Metro (vehículos, puestos de piratería, de comida, de revistas, gente misteriosa que mendiga pan o roba carteras...) ha hecho que mis pies caminen rápidamente. Sé que es un acto de cobardía huir de los problemas, pero ¿qué puedo hacer yo?... ¡Yo tengo mis propios problemas!
En el café (con "Hear you now" de DJ Holligan oyéndose de fondo) Sandra Gütierrez espera que ese chico alto, güero, con el cabello corto peinado como picos, con un aspecto delicado, refinado, que está sentado dos mesas adelante, repare en ella y comience a coquetearle. Y sino es él, que sea su acompañante: un chico del mismo aspecto, pero con el pelo peinado hacia atrás.
Ni ellos ni los restantes (jóvenes fuertes, elocuentes, prometedores) voltean a verla. Ella experimenta un temblor en las manos, en el pecho y con melancolía bebe un café expreso. Mira hacia allá, la impotencia doblega su cuerpo, la envidia casi la asfixia; mira lo que casi todos los hombres en esté lugar también miran. En una esquina se encuentra un trío de chicas de 23 años, tersas, blancas, núbiles; el perfume embriagante se desprende de sus bocas, de sus cabellos y de sus sexos. Sabiendo que las miran desdeñan tal información.
Regreso a casa. ...La vida puede ser una carga tan pesada... puedo tener un promedio excelente en la escuela, pero ¿para qué me sirve eso? Mis relaciones sociales son casi nulas. A excepción de Roxana, no tengo amigas. Quiero convivir con gente que pueda... ¿Qué clase de gente me permitirá la entrada a su círculo?
He descubierto que mi hermana se prostituye en el trabajo, quizá hasta con el anciano de su jefe. Ahora es fácil explicar el porque de las constantes idas de compras a diferentes centros comerciales de la Ciudad. La ropa que llevo puesta, mi bolsa, mi celular... ¡¿Será posible?!... provienen de... ¡Dios sabe que cochinadas!
Las calles están limpias. Me gustaría vivir aquí, en la colonia Roma o en la colonia Condesa; alejada de mi hermana y de su amiga, que también debe ser una perdida. Pertenecer a un grupo de personas con modales, con futuro; que estén ahí para ayudarte cuando más lo necesites y crean que la violencia nunca es una solución a los problemas. Estoy harta del departamentucho en donde vivo. No quisiera volver a ver a señoras con tubos en la cabeza o mandiles eternamente puestos en sus cuerpos. Ni ver otra vez a personas en el suelo pidiendo dinero. Quisiera respirar otros aires. Ser independiente porque he comenzado a mirarme en el espejo y he descubierto que mi adolescencia se está evaporando: Pronto seré una Mujer. ...Pero no sé si quiera serlo.
Sandra Gütierrez toma un taxi en la avenida Mazatlan. Por la ventanilla ve y se despide de un paraíso en medio de la Ciudad. Piensa en el día de mañana: las clases, los compañeros de grupo (Roxana, Jorge, Tania, Rodrigo, Alfredo...), las horas vueltas promesas que se quiebran con el cero. Regresa a casa para: a) Conversar con su hermana y la amiga de ésta. b) Terminar una tarea escolar. c) Dormir. d) Ver televisión. e) Leer el libro del anarquista.
Reintegrada al concreto afilado, desorientada y deprimida, Sandra escucha su interior: Un solo de piano le hace ganar años y las injurias de gente sin rostro corren por sus mejillas, apabullando implacablemente su vida. Y en la madrugada, enclaustrada, intentará suicidarse por tercera vez.

AUSENCIA

Sin cesar recorro con mis ojos los cielos, por si viere la estrella que tú estás contemplando.
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Pregunto a los viajeros de todos las tierras, por si encontrara alguno que hubiese aspirado tu fragancia.
.
Cuando los vientos soplan, hago que me den en el rostro, por si la brisa me trajese tus nuevas.
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Voy errante por los caminos, sin meta ni rumbo: tal vez una canción me recuerde tu nombre.
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Miro furtivamente, sin necesidad, a cuantos me encuentro, por si atisbara un rasgo de tu hermosura.

DE ABU BARK AL-TURTUSI (1059-1122)
POEMAS ARÁBIGOANDALUCES

martes, 19 de agosto de 2008

Mi poder y mi debilidad (segunda de dos partes).

A un tiempo descubro mi poder y mi debilidad. Asomándome a cualquier espejo una ráfaga me devuelve la mirada... necesito huir del miedo. Tan frágil luzco. La armonía de mi cuerpo es una mentira, mis sentimientos viven dentro de un caos. Recordar... Hace unos años le recriminaba a mis padres el hecho de ser hija única. Me hubiese gustado tener un hermanito. Pero supongo que si lo hubiera tenido, ahora diría: ¿y si hubiese sido hija única? Que contradictorios pueden ser los jóvenes. He conocido a ciertas personas que rechazan lo que tienen, por muy bueno que sea. Siempre quieren algo distinto, sea cual sea su posición. Mas bien: quieren algo que pueda hacerlos sobresalir, lo que muchos llaman "ser diferente". Pero ¿qué es la diferencia? ¿alguien puede ser diferente en este momento de la historia de la humanidad cuando ya todo se ha hecho, se ha pensado, se ha imaginado? ¿sólo los primeros humanos fueron diferentes y los restantes son una repetición? ¿habrá algo nuevo que decir?

- ...Te noto distante, amor... ¿qué tienes?... ¿qué piensas? Tania, hablame... si tienes algo que decirme, dilo... ¡Tania!, nuestra relación se basa en la comunicación. Necesito...

Ha habido tardes que subo a mi auto y manejo sin una dirección clara. Termino siempre estacionada frente a un parque. De pronto bajo del auto, me adentro. Me siento en una banca y observo con nostalgia a los niños. ...Algún día me llamarán Madre. Creer que albergaré a otro ser dentro de mí durante nueve meses es fascinante. ¿Hasta dónde me llevará esa nueva existencia, a la que amaré sin concesiones? ¿Hasta dónde llegaré?
A veces, cuando nadie me ve, me siento en un columpio. Me impulso, me dejo llevar. Más alto, más fuerte cada vez. Recuerdo a mi padre empujándome, mis risas, mis miedos; saberme protegida, saber que algún día me volveré una Mujer. ¡¿Seré lo suficientemente fuerte cuando llegue el momento?!
...Ahogo un grito. Quisiera gritar, que mi voz se escuchara en todos los recovecos de la Ciudad. Presumir una libertad que no tengo... aún.
El hombre que está a mi lado habla una y otra vez, hace preguntas, utiliza matices varios para que voltee y lo bese. No quiero tocarlo. He olvidado como se llama, nunca lo conocí desnudo, pero cualquiera puede ver sus debilidades: el egoísmo es una de ellas; lo predecible que es, su falta de audacia, su necesidad de poseer lo que desconocidos le han dicho que tener... Él quiere casarse conmigo, yo quiero estudiar en la universidad. Lo que él busca, yo no. Nos hemos equivocado.
Entonces volteo, lo miro y ahora sólo es eso, lo que será toda su vida: un hombre.

Tania Ericka Medina detiene su auto frente al parque España. Su novio la mira desconcertado, advierte que el cielo está por romperse. Y ella, lucida e irreprensible, admite:
- Tengo algo que decirte...

lunes, 18 de agosto de 2008

Mi poder y mi debilidad (Primera de dos partes).

(Para Tania Ericka Medina Roldán, porque un día volveremos a encontrarnos, pero tú ya no me reconocerás.)



Tania Ericka Medina y su novio, un hombre desconocido...

- ...Entonces Alberto agarró Reforma. Y al pasar por la Diana Cazadora le dije que se detuviera.Nina me apoyó y a regañadientes el pinche Alberto se paró y... ¿Has visto una película donde varios güeyes que andan de farra le ponen ropa a la Diana Cazadora?... eso es lo que les propuse y creo...

Pienso en mi niñez. Tenía vestidos color rosa, moños, cintas en el pelo... En un cumpleaños me regalaron un cachorrito, lo llamé Popis. En los cuatro meses que estuve con él lo llevaba a donde sea, a la casa de mis abuelos, con mis primas, al parque, a la iglesia; si me lo hubiesen permitido Popis y yo hubiéramos compartido la misma banca en la escuela. Dormía junto a él, mi memoria se llenaba de su existencia. Era mi esperanza, lo que acariciaba mis días, me empujaba hacia el paisaje citadino con ilusiones: Todo podía ser mejor. ...Pero un día tocaron el timbre. Corrí, Popis tras de mí. Le abrí la puerta a un testigo de Jehová... pero abrí demasiado. Popis escapó entre mis piernas, lo vi alejarse, fascinado por su independencia. ...Se separó de mí... Corrió, corrió, una silueta café desapareciendo. Al llegar a la esquina, al cruce, se volvió la obsesión de mil noches. Un camión refresquero aplastó mi sueño. Traumó mis 9 años para siempre...

-...Entiendo su posición. Muchos políticos nos han traicionado, pero... debe ser optimista, siempre hay alguien distinto. La excepción hace la regla, ya sabes. Debería salir y votar el domingo... es necesario para la democracia...

En el auto, manejando, las fachadas de las tiendas se derrumban. Las aceras caen; los postes de luz, los topes, semáforos, cables de t.v., de teléfono, las banquetas, las paradas de autobús explotan, implotan, son empujadas por el viento como si fuesen castillos hechos de barajas. El camino está desierto... Estoy harta de que me tilden de niña consentida y estúpida. Tengo un mejor pasado, es obvio y lo acepto. Mi futuro luce rutilante, no es necesaria una maquina del tiempo para saberlo. ¿Por qué la envidia? Todas las personas que conozco y que han tenido una vida dura: ¿por qué me llaman banal, hueca, putita de lujo, a mis espaldas? Estoy harta de su cobardía, creen que no me entero, que soy tan tonta para descubrirlo. ¿Acaso se sienten inferiores a mí? ¿es eso? ¿no soportan que alguien haya dormido gran parte de su juventud con una cobija, en una cama y con seguridad?... En la escuela me siento sola. De pronto hablo con chicos de otros grupos. De pronto me gusta como me tratan... pero sólo es pasajero, vuelvo a la soledad de mis 19 años. ...Algunos de mis compañeros de grupo me agradan. Incluso podría llamarlos amigos... pero, no sé como explicarme, y algo que...

-...Anoche estaba pensando en la vez aquella cuando fuimos a la playa con tu familia. No la vez de Acapulco, sino a Ixtapa. ¿Te acuerdas que a tu sobrinito le compré varias bolsas de papas para que permaneciera en paz todo el camino? Incluso no se comió todas, las restantes las guardé en la cajuela... Bueno, estaba pensando que aquella vez... ¡La playa! ¡El mar! ¡Todo estuvo genial!... Me gustaría repetirlo, pero... Tú y yo solos. Imagina cenar tirados en la playa. El mar frente a nosotros... podríamos hacer una fogata.