lunes, 23 de febrero de 2009

Noche veloz. (2 de 2)

...
La Noche me quiere como a su amante. Es la única mujer que me comprende:
Hace poco conocí a una chica llamada Elena. Es hermosa. Su familia está unida. Tiene padres y dos hermanas, y entre los cinco no sólo se necesitan, se respetan y se apoyan. Tiene muchos amigos - desde chicas con dinero hasta jóvenes humildes -, sus calificaciones son altas, los maestros apuestan por Ella. Ella le alegra el día a cualquiera. Tiene auto, ha viajado por Europa, antes de la universidad estudió en colegios privados. Y Elena no sólo es hermosa: es inteligente, madura, decidida y al igual que yo, no olvida. Ella fue la que se acercó para hablarme y la primera palabra que me dijo fue mi nombre (¡Ya sabía mi nombre!). Tres semanas después gasté una madrugada para escribirle el mejor poema que he escrito hasta entonces. Tarde seis meses en entregarselo y en el atardecer que sucedió yo tartamudeé, no le declaré mis sentimientos (lo que mis versos si dirían), sólo le agradecí la confianza y la amistad que me brindaba; le pedí que se volteara y que cuando pronunciara su nombre regresara a mí. Recuerdo (y es de los recuerdos más intensos que tengo) que Ella gritó: "¡Wow!" cuando por fin vió mis regalos. Le regalé un muñeco de peluche y mi escrito. Ella, ¡tan contenta!, me abrazó (muy pocos abrazos he tenido en mi vida, aquel fue el mejor). Elena llevaba prisa, antes de despedirse me susurró de una manera misteriosa: "Luego hablamos". Sin embargo nunca lo hicimos. Después de ese atardecer de viernes ambos guardamos silencio, no volvimos a estar a solas. Sólo nos saludabamos. Y cuando Ella hablaba yo permanecía callado, y cuando yo, entre los amigos en común, salía de mi mutismo y me mostraba animado, sociable y rebelde, Ella no emitía sonido alguno. Ahora, nuestros caminos, por un instante tan cerca, comienzan a separarse (Elena será una gran actriz, yo: un maldito vagabundo). Y aunque me hubiese gustado que Ella fuese mi primer beso, me alejo (estoy tan lejos siempre); dispuesto a regresar si Elena necesita una vida para sacrificar.
La noche muere cada vez que sueño. Y hoy he soñado este libro. Un libro donde estarán condensados todo mi dolor, mi juventud y mi soledad.
Y todo el amor que pude haberle dado a una Mujer.





"...Noche veloz: Así es como esta historia acabará."

domingo, 22 de febrero de 2009

Hasta luego, Luna.

Adios a la ciudad .

Una de la mañana, el cielo no es negro contrario al pensamiento popular, es de un tono violeta oscuro , los puntos blancos son infinitos en el. El viento sian revolotea y toca los rostros, un señor a esta hora en la calle puede dar miedo.

HAce unos minutos revisaba el monitor para revisar el último detalle ;dentro de seis horas es el vuelo . El monte , tan puro, tan arrebatado nde su naturaleza y convertido en un sitio para vivir. Vivir casi en la punta; aún es respetada, aún constituye un lugar sagrado que no se permite poblar, unos cientos de árboles lo convierten en un sitio desconocido que lo será por vario años.

Vivir casi en la punta es una suerte como pocas, desde aqui puedo ver casi toda, toda la enorme cosa que se ha construido desde hace tantos años que los viejos ni recuerdan. Es fascinante pensar que a ésta hora la mayoria de la ciudad iluminada. Uno se pone a pensar que hay mucha gente que no duerme como los demás y para ellos es éste mundo más reducido de población y con más encantos; cuando la luz regrese ellos dormiran o reposaran en una cama todo el día ,imposibilitados mucho para hallar encanto al dia; para ellos no hay frases como "es mejor salir temprano" o "diablos,sólo de día puedo salir".

Miro arriba y una nubes forman un circulo que apenas mi vista visualiza y dentro de el las estrellas son como corderos en su corral, miro a tierra y un gato camina sobre el techo de la casa,; a un lado de mi casa está el camino de adoquin que va cuesta abajo por todo el cerro para conectar esté pueblo con el resto de la urbe.

Adonde voy creo que no hay montes, o al menos mi estadia no será en uno, sólo sé que hay edificios altos, altos como éste monte, o quiza más altos.Sñé que hay mucho mar y gente que habla una lengua extraña.
Me siento entre el limite del camino de adoquin y donde comienza elk bosque del cerro, es un buen sitio para ver el cielo, la urbe, las cosas que pasan alrededor, sólo pienso en el dulce recuerdo de la despedida de ayer; mucha familia y amigos ví; serán mese cuando los vuelva a ver.
Me gusta agarrar piedritas y lanzarlas lo más lejos.Los grillos y la madera de la puerta crujiendo.

Sí , tengo mucho sueño, pero la emoción del viaje me lo impide y por eso salí a ver por última vez en mucho tiempo lo que nunca habia visto.

hA pasado una hora , arregle algunas cosas del equipaje y tengo previsto en una hora dirigirme al aeropuerto. Mientras espero con el cielo violeta intenso y un compañero al lado, no queda poco tiempo para decir hasta luego.

sábado, 21 de febrero de 2009

Escribir esto no fue fácil. Me han dado mucho; y quisiera darles algo tambien, pero si quieres dar, primero debes aprender a darte a ti mismo.

Gracias, por todo.

martes, 10 de febrero de 2009

Noche veloz. (1 de 2)

La noche es más veloz que mi pensamiento. Rebasa mis instintos, mis impulsos, mis ideas. Arriba a un buen puerto, dejándome en alta mar. Me oprime, me enloquece, me otorga valentía y me arroja desnudo a las calles. A su paso marchita mis recuerdos, los arranca y los pisotea. Susurra y grita mi nombre. Me reclama para sí, porque, antes que un escritor, yo soy un arma. ¡Soy peligroso porque no tengo nada que perder!
La noche se ha metido a mis ojos, otorgándoles profundidad. Años atrás, de pronto, pillaba mi rostro en algún espejo y descubría la ingenuidad, la ternura, la esperanza en mi gesto. Ahora no encuentro más que rencor, altivez y dureza en una cara que me heredó mi padre. ...Me he corrompido.
La noche me ha empujado a la soledad y a la diferencia. No puedo verme entre una multitud, condenándome o salvándome junto a la gente, ni siquiera me gusta utilizar la palabra "Nosotros". O como digo de pronto: "La importancia de mi ser radica en mi diferencia". Soy diferente, pero estoy solo.
Hay veces que la gente, la ciudad, el día, el tiempo, me producen una alegría enorme; no evito sonreír aunque me gustaría carcajearme. Hay veces, también, que una película o una canción o un libro o un paisaje o una mujer atrapan mi corazón y lo acarician. Siento un dolor en el pecho y una extraña sensación en la garganta. Experimento un escozor en los ojos y evoco, muy lejanamente, lo que es llorar. No lloro ante la belleza, ante la tristeza y el dolor que viven en este mundo porque un tipo duro no llora. Aquella alegría, aquella belleza, que de pronto me acompañan en mi camino, quisiera compartirlas con alguien. Pero volteo y ni siquiera tengo sombra. ¡Soy diferente, pero estoy solo!
De repente me entero de lo que ha sido de las personas que alguna vez conocí. Tienen auto, hijos, trabajos en grandes corporaciones. Han terminado sus carreras y se marchan al extranjero para estudiar un poco más. Se visten de traje, tienen tarjetas de crédito, ahorran para comprar tecnología costosa. Sus borracheras duran más que ayer, utilizan drogas más duras, no temen al ir con prostitutas. Se han casado, divorciado incluso y vuelto a casar. Engañan a sus mujeres, abren las piernas ante cualquiera que insista un poco. Han ganado peso, ha perdido pelo, han tirado su rebeldía en un bote de basura. Han estrechado en demasía su círculo de amigos, comienzan a conformarse y los sueños ya no frecuentan sus noches como ayer. Y sobre todo tienen fotos, miles de fotos donde sonríen porque la regla se los obliga, no porque sean felices.
A veces los envidio, me gustaría tener una vida como la suya. Olvidarme de mis desvelos, de mi kárate, de mi literatura, de mi caballerosidad. Ser una persona normal. Poder extraviarme entre la gente... Pero a pesar de estar entre la multitud siempre tendré un rostro. ¡Siempre estaré solo!